Diego A. Manrique
El País, 24/11/2025
[Uno de los grandes del reggae se nos ha ido. D.E.P.]
El cantante y actor jamaicano fue autor de éxitos como ‘You Can Get It If You Really Want’, ‘I Can See Clearly Now’ y protagonizó la película ‘Caiga quien caiga’
El músico Jimmy Cliff, leyenda del reggae e icono cultural, ha muerto a los 81 años. Su esposa, Latifa Chambers, anunció el fallecimiento en redes sociales: “A sus fans de todo el mundo, quiero que sepan que el apoyo de sus seguidores fue su fuerza a lo largo de toda su carrera... Jimmy, mi amor, descansa en paz. Seguiré tus deseos”, escribió en Instagram.
Antes de Bob Marley, allí estaba Jimmy Cliff, un artista ágil y sonriente que sabía complacer a los públicos más diversos. De hecho, fue el primer vocalista jamaicano en publicar sus grabaciones por todo el mundo. También se arriesgó al apostar por establecerse en el mercado del pop, con cuidados discos de crossover. Incluso encarnó el arquetipo del cantante del llamado Tercer Mundo al protagonizar la dramática película Caiga quien caiga, cuya banda sonora fue el rompehielos del reggae.
Nacido como James Chamber en la parroquia de Saint James en 1944, era hijo de un predicador devoto de la música góspel. Todavía menor de edad, Jimmy recorrió los doscientos kilómetros que le separaban de Kingston, la capital de Jamaica: había ganado una beca para estudiar formación profesional pero, secretamente, quería cantar. Le chocó la aspereza de la ciudad pero, chaval listo, supo llamar la atención de los productores. Por ejemplo, se plantó en la puerta de la tienda de discos Beverley’s interpretando un tema propio llamado Dearest Beverley. Uno de los propietarios, el empresario Leslie Kong, intuyó su magnetismo y decidió lanzarse a la carrera de productor con aquel chaval espigado. La pareja funcionó con éxitos como Hurricane Hattie y Miss Jamaica. Ya bautizado como Jimmy Cliff, también servía como cazatalentos, fijándose en un trío, los Wailers, formado nada menos que por Bob Marley, Bunny Wailer y Peter Tosh.
Kong, conocido coloquialmente como El Chino, demostró ser un empresario astuto. El ska era entonces el sonido dominante en la isla y resultaba lógico pensar que también gustaría a los jamaicanos residentes en el Reino Unido. Se alió con con un compatriota blanco, Chris Blackwell, y formaron Island Records. Para su asombro, pronto descubrieron que había agrestes jóvenes blancos, los futuros skinheads, que alucinaban con aquellos ritmos caribeños. Por sugerencia de Blackwell, el ascendente Jimmy Cliff se instaló en Londres hacia 1965.
Cliff se acomodó en el mundo musical británico pero volvía a Jamaica para grabar. De esos viajes salieron canciones de amplio espectro, como la risueña Wonderful world, beautiful people y la comprometida Vietnam. También grabó Wild world, de un compañero del sello Island, conocido como Cat Stevens. Por alguna razón, los artistas jamaicanos sintonizaban con el repertorio de Stevens, que incluso produjo a Cliff en el tema Trapped, luego universalizado por Bruce Springsteen, que lo usa regularmente en sus directos. Algo que no impresionó demasiado a Cliff, que vio numerosos temas suyos recreados por figuras del pop.
Al inicio de los años setenta, Jimmy tenía la suficiente estatura profesional para ganarse el papel del protagonista, Ivanhoe Martin, en The harder they come (Caiga quien caiga, en España), que algunos sitúan como la piedra fundacional del cine jamaicano. Se trataba de una película de mínimo presupuesto que trasladaba la historia del bandolero local Rhyging al duro mundo del show business jamaicano, donde incluso las estrellas apenas ganaban lo suficiente para vivir. Rodada con muchos agobios y numerosas pausas por la ausencia de dinero, Caiga quien caiga ofrecía un crudo retrato de la vida en la isla, con un Cliff más que convincente, que allí cantaba pelotazos como You Can Get It If You Really Want Tt, Many Rivers to Cry y, naturalmente, The Harder They Come. Con su mensaje de resiliencia e indignación social, el impacto de la cinta fue fenomenal, multiplicado por su soberbia banda sonora, e instaló a Cliff en el estrellato internacional. Así pudo hacer realidad el sueño de la religión rastafariana de volver a África, aunque con resultados paradójicos: en uno de sus numerosos viajes, allí se convirtió al islam, que fue simplemente otra parada más en su búsqueda espiritual. También intimó allí con una personalidad única, Thomas Sankara, antiguo músico y presidente de Burkina Faso.
Aunque beneficiado por el bum del reggae en los setenta, Jimmy Cliff supo hacerse un hueco propio en la gran industria musical. De Island saltó a EMI (y luego a Warner o CBS), manteniendo una productividad regular. Siempre discutido por los fundamentalistas del reggae, apostaba por huir de localismos con unas letras universales, interpretadas con una dicción clara. También pillaba las oportunidades al vuelo. Cantó con los Rolling Stones en el álbum Dirty work, grabó con la banda estadounidense Kool & the Gang y fue producido por Tim Armstrong, cabecilla de la banda californiana Rancid. También participó en varias películas, dentro y fuera de Jamaica. Tipo afable en las distancias cortas, Jimmy Cliff se sabía un hombre afortunado: tuvo una trayectoria de décadas en una música que no siempre era entendida cabalmente fuera del Caribe.
