martes, 2 de agosto de 2022

EL BRILLANTE Y FASCINANTE SONIDO RICKENBACKER

Jesús Sanz Morales

Plásticos y decibelios, 19/07/2022

Los Byrds dieron a conocer su música al mundo en 1965, y si en ella destacaba algún instrumento, algún sonido, era el de la guitarra de 12 cuerdas Rickenbacker de Roger McGuinn, por entonces Jim McGuinn, una guitarra que los Byrds popularizaron, pero que los Beatles ya venían utilizando desde su aparición en The Ed Sullivan Show, y en la película “A Hard Day´s Night”, en la que George Harrison salía con una de doce cuerdas colgada.

Pero Rickenbacker ya tenía una historia fascinante antes de los Beatles. En el libro publicado recientemente “Rickenbacker Guitars: Out of the Frying Pan Into the Fireglo” de Martin y Paul Kelly se narra la evolución del instrumento, desde los planos de diseño iniciales hasta su lugar en el escenario internacional del rock ‘n’ roll posterior. Allison Rapp lo ha recordado para Ultimate Classic Rock.

“La música electrónica y la cultura popular evolucionaron simultáneamente y eso es algo que siempre me ha fascinado: cómo la tecnología permitió a los músicos y cómo los músicos ayudaron a impulsar esa tecnología. Cambió nuestro mundo. Meter 90 años de historia en un libro de 330 páginas fue sin duda un desafío, pero estoy satisfecho con el resultado”, explica Martin Kelly.

El libro, por supuesto, incluye secciones dedicadas a artistas que llevaron la imagen y el sonido de los Rickenbackers al público en general, como John Lennon y Harrison, pero también Tom Petty, Paul Weller, Susanna Hoffs, Johnny Marr, Geddy Lee, Peter Buck y probablemente el mayor admirador del instrumento, Roger McGuinn.

El cofundador de Byrds vio por primera vez esas maravillosas Rickenbackers en “A Hard Day’s Night” de los Beatles. Había visto la película con sus compañeros de banda, quienes se enamoraron de la idea de convertirse en auténticos músicos de rock ‘n’ roll.

“Cuando salimos del cine, David Crosby se balanceaba alrededor de un poste de luz como Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia y decía: ‘¡Esto es lo que quiero hacer, esto es genial!'”, recuerda McGuinn en el libro.

En ese momento, Gibson y Fender eran las marcas más populares, Rickenbacker todavía era bastante desconocida, pero la guitarra de 12 cuerdas de Harrison, en particular, llamó poderosamente la atención de McGuinn.

“Pensé que era realmente efectivo, un gran sonido”.

Un sonido brillante, agudo y metálico, que también fue la marca de Pete Townshend al frente de The Who en los años sesenta.

Rickenbacker Guitars: Rock'n'Roll's Most Desirable Instruments?

McGuinn cambió un par de guitarras más por su primera Rickenbacker y quedó prendado desde el primer momento. El guitarrista explica que Tim Dixon, primer mánager de The Byrds le pidió que describiera el sonido Rickenbacker, y McGuinn contestó:

“Como un isótopo de uranio en una bola de caramelo”.

Con la ayuda de McGuinn, la guitarra pasó de ser una marca estadounidense poco conocida a ser un instrumento codiciado en todo el mundo. Él usó con frecuencia su Rickenbacker de 12 cuerdas en las canciones de Byrds, otorgando un aire diferente y aireado a clásicos como “Mr. Tambourine Man”, “Eight Miles High”, “I See You” o “Turn! Turn! Turn!”.

Los Byrds bebían de los Beatles, pero, tras su espectacular arranque en 1965, los Beatles acabaron siendo sus fans y cogiendo de ellos, por ejemplo en “If I Needed Someone”, que, tal y como el publicista de los Beatles, y de los Byrds, Derek Taylor, le hizo saber a McGuinn, estaba directamente inspirada en “The Bells of Rhymney”.

“Todos vivíamos en Laurel Canyon y Taylor vino a mi casa con esta cinta de carrete a carrete… Un pequeño carrete de cinta de tres pulgadas. Y dijo: ‘George quiere que sepas que escribió esta canción basada en tu lick en ‘Bells of Rhymney’… No podía creerlo. Fue un gran honor”, recuerda McGuinn.

Años más tarde, ambos pasaron tiempo juntos en la finca Friar Park, donde Harrison incluso volvió a tocar la mismo Rickenbacker que usó en “A Hard Day’s Night”.

Según Kelly, la visibilidad del Rickenbacker, en la televisión o en portadas de álbumes famosos, como la magnífica “Damn the Torpedoes” de Tom Petty, es una gran razón por la que el instrumento se ha mantenido.

“La asociación de intérpretes ha sido una gran parte del éxito y la longevidad de Rickenbacker. Cuando se trata de rock ‘n’ roll y cultura pop, la imagen lo es todo”, manifiesta Kelly, señalando que después de la aparición de los Beatles en el Ed Sullivan Show, el CEO de Rickenbacker, FC Hall fue lo suficientemente inteligente como para viajar a Nueva York para conocer a la banda y brindarles más información.