Mostrando entradas con la etiqueta Baroque Pop. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Baroque Pop. Mostrar todas las entradas

lunes, 29 de diciembre de 2014

MARGO GURYAN. "TAKE A PICTURE" (1968). Sunshine pop jazzy y goloso


Margo Guryan era una ignota cantante y compositora de la escena neoyorquina de los 60's hasta que el revival del sunshine pop despertó un renovado interés en su música. Así en 1998 los británicos Saint Etienne versionaron su villancico "I Don't Intend To Spend the Christmas With You" y el recuperado interés en la cantante neoyorquina hizo que el sello Oglio editara en 2001 un recompilatorio con 25 demos. Este álbum complementaba el único LP de Margo, que vio la luz en 1968 con el título de "Take A Picture".

Take A Picture es una extraordinaria perla del sunshine / baroque pop de aquella época. Al exquisito refinamiento instrumental propio del género hay que unir, por una parte, la maravillosa voz susurrante de Margo Guryan, que recuerda a la de la no menos maravillosa Astrud Gilberto (una de las artistas que versionaron sus temas), y por otra, la marcada influencia del jazz en alguno de los cortes. En efecto, Margo había estudiado en su juventud piano de jazz en la universidad de Boston y eso se nota. Aunque también se nota el haber asimilado perfectamente las reglas del sunshine pop sesentero a través de discos como el Pet Sounds de los Beach Boys, disco que, según ella misma, reconoció escuchó "un millón de veces" y que "era mejor que lo que estaba ocurriendo en el jazz" [1]. 

El disco se abre con un tema, "Sunday Morning", con marcada influencia ácida en las guitarras y que comparte algunos acordes con el archiconocido "Sunny" de Bobby Hebb. Los arreglos de cuerda, por lo demás, son impecables. Más impresionantes aún son las orquestaciones del siguiente tema, "Sun", que (ya el título es suficiente pista) es un himno sunshine pop absolutamente redondo y por supuesto una de las cimas del disco. A destacar la voz sedosa de Margo, más susurrante que nunca, y un sitar que hace levitar al oyente. Y como remate unas flautas a lo Mamas And The Papas que no están nada mal. La voz de Margo toma ya tintes hipnóticos en "Love Songs", un tema lleno de un barroquismo tan exquisito que no tendría que envidiar nada a alguno de los cortes del mítico Forever Changes de los Love. Por cierto, el tema acaba con otro gran broche final: una guitarra que hace un guiño al "Get Together" de los Young Blood. Con "Thoughts", en cambio, Margo Guryan se acerca más al sonido británico de gente como The Zombies o incluso los Beatles.


Pero no es hasta el siguiente tema "Don't Go Away" cuando la cantante neoyorquina incorpora su bagaje jazzístico al conjunto sonoro mezclándolo magistralmente con el pop. Aquí sin embargo el instrumento que brilla con luz propia es el piano. Y he aquí que llega el tema que da título al disco y alcanzamos otra de las cimas del LP. Aquí también hay bastante influencia británica (The Zombies, otra vez) pero además tenemos una letra exquisita que gira en torno a la fugacidad de los momentos felices de ahí que la protagonista quiera sacar una foto para poder, en cierta manera, "congelarlos" en el tiempo. Por su parte, "What Can I Give You" tiene un aire más festivo y bailable con unos vistosos arreglos de viento que remiten al jazz más clásico de las orquestas de Nueva Orleans.



Otro de los momentos más álgidos del disco es "Think Of Rain", tema delicioso e irresistible donde los haya. Aquí Guryan filtra perfectamente la influencia del Pet Sounds de los Beach Boys con ese tempo que recuerda al de "God Only Knows", uno de los temas preferidos de Margo. En esa misma vena, absolutamente golosa, entre el Odyssey & Oracle de los Zombies y el Pet Sounds de los Beach Boys se sitúan los dos restantes temas del álbum, "Can You Tell" y "Someone I Know"; este último tema aprovecha los acordes de la Cantata 147 de Bach e incluso incorpora parte de la melodía tocada con vientos y todo ello con una sincopada batería jazzística. Perfecta fusión de música clásica y contemporánea. Y de postre, cerrando el disco, una suite psicodélica llamada "Love" de 5 minutos (contrasta con los temas de 2 y 3 minutos del resto del álbum) en la onda alucinógena de los Pink Floyd de Syd Barrett en su mayor parte instrumental (Margo solo en la segunda mitad del tema).



Hasta aquí los temas que incluían el vinilo de 1968. Posteriormente se le incorporó tres bonus tracks que no aportan gran cosa a un disco tan perfecto pero que al menos están al mismo nivel que los temas del vinilo original. A destacar entre ellos el brillante jazz lisérgico de "The 8-17 Northbound Success Merry-go-round".

Después de grabar el disco Margo se desentendió del management que le impuso la compañía discográfica ya que no quería que le obligaran a hacer largas giras, a posar en interminables sesiones fotográficas o a vestir de una determinada manera. Su rebeldía frente a las imposiciones de la industria del disco hizo que la compañía no diera mucha promoción al álbum. Y ésa es la razón por la que está golosina musical ha sido ignorada durante décadas.

Notas:

miércoles, 13 de agosto de 2014

SNEAKERS. "RACKET" (1992). Así suena el eslabón perdido del power pop norteamericano



Poco se sabe de Sneakers, combo seminal del power pop norteamericano donde militaron Chris Stamey (más tarde en dB's) y Micth Easter (luego en Let's Active). Ni siquiera en Wikipedia hay una mísera entrada recordándolos. Se hace mención a Sneakers, eso sí, en las respectivas entradas de los músicos antes mencionados, como un grupo de juventud que Stamey y Easter formaron en su Winston-Salem (North Carolina) natal en los 70s. Los discos originales de la banda, un EP homónimo de 1976 y un mini LP de nueve temas de 1978, son igualmente difíciles de localizar. Sin embargo a principios de la década de los 90 alguien tuvo la feliz idea de rescatar las antiguas grabaciones y (para desgracia de puristas) pulir el sonido con nuevas mezclas y de esta manera hacer asequible un joya del power pop y del indie americano a los fans de este tipo de sonidos.

Mitch Easter y Chris Stamey en la era Sneakers 

Lo que más llama la atención de esta grabación es la riqueza de estilos, de sonidos, de texturas. Los temas tienen un gran número de acordes, hay cambios de ritmo, canciones que contienen a su vez otras canciones, como los ojos compuestos de un insecto. Se abre el LP con un breve apunte instrumental, "Mark Peril Theme", que remite al instro surf de los sesenta y a las bandas sonoras de películas de espías para rápidamente dar paso a "S'Il Vous Plait" con unas guitarras que recuerdan a las épocas más gloriosas de los Who y con unas armonías vocales impecables. El barroquismo compositivo, por su parte, es perfectamente patente en "Some Kind Of Fool", con gran número de acordes, cambios de ritmos y de melodía, exquisitos coros, varios estribillos y riffs... Todo ello muy en la línea del baroque pop de los 60 (The Left Banke, The Association, Zombies). Toda una exhibición de cómo se deben asimilar y recrear las influencias musicales del pasado.



Las texturas psicodélicas también asoman por los surcos de este "Racket". Un ejemplo es el tercer corte, "Story Of The Girl", una pieza de psicodelia luminosa que remite al Pet Sounds de los Beach Boys o al acid-pop refinado del Odessey and Oracle de los Zombies. Sin embargo, Sneakers también anuncian la New Wave con temas como "Stuck On You", cuyo uso del sintetizador recuerda a  Game Theory y, cómo no, a Let's Active; o "What I Dig", donde Chris Stamey ya suena a como lo harían los dB's. Tal es la variedad estilística que Stamey y Easter  despliegan que se atreven hasta con tema de corte cabaretero cantado en francés, "Quelle Follie".



Pero además Sneakers no solo resaltan por su elaborado y cuidado sonido. Sus letras también son interesantes por destilar un interesante humor absurdo. Muestra de ello son "Be My Ambulance"  (donde Stamey hace una perfecta imitación de la voz de Alex Chilton, uno de sus santos de devoción) o "(Love's Like A) Cuban Crisis", donde la relación de pareja es interpretada en clave geopolítica.

Finalmente señalaré un par de canciones del disco por ser molde para el power pop que se hizo más tarde, filtrado por la New Wave y el punk. Una de ellas es "I Will Understand", donde el guitarreo a lo Pete Townshend campa de nuevo por su fueros y la otra es "Decline And Fall" donde Easter se trabaja unos alambicados solos de guitarra, casi de hard-rock, no en vano quien fuera líder de Let's Active llegó a decir por aquella época (no sabemos si en serio o en broma) que su máxima influencia a la guitarra provenía de Mick Box de Uriah Heep.



Cierra esta joya del power pop y del pre-indie americano una sintonía que los Sneakers compusieron para un anuncio de un pastelito frito, B&G. Si el pastelito era la mitad de delicioso que este disco tenía que ser un manjar.

lunes, 3 de febrero de 2014

EXALTACIÓN CALEIDOSCÓPICA. Crónica del concierto de Jacco Gardner en Donde Edu (Valladolid) el 02/02/2014

Roberto Terne


Había que ir a comprobar cuánto había de rumorología y de realidad. Estas cosas además siempre resultan más estimulantes si la leyenda se forja con tan solo un disco de debut en el mercado... Sangre fresca y todas esas cosas. Y es que el holandés Jacco Gardner ha creado su propio monstruito onírico. Se llama 'Cabinet of curiosities' y promete ponérselo difícil de superar a sí mismo. Tanto como también les ocurrió históricamente a la mayoría de los grupos de psicodelia con sus discos de debut. Especialmente, claro, si éstos salían buenos. A la espera de ver la evolución de Gardner en sus próximos trabajos, quedaba anoche por ver cómo se lo guisaba y cómo se lo comía en directo. O lo que es lo mismo de qué manera se materializaba en directo toda la morfología onírica y caleidoscópica que hay en las doce canciones de tan respetable ópera prima.



Con una ocupación de sala generosa para tratarse de un domingo, Jacco Gardner salió al escenario acompañado de cuatro músicos tan jóvenes cómo él. Y he aquí uno de los mayores atractivos: ¿Veinteañeros sin barba ni camisa de leñador capaces de continuar con acierto el complejo mundo creativo de un desconocido mito para el mundo Hipster como es Syd Barret? Pues '¡Sí, se puede!'. Y no solo eso: También es factible no morir en el intento y ser seguido generosamente por un público enteradillo. Y es que ver un concierto de Gardner vale para algo más que para hacerse la idea de cómo podría haber sonado el bueno de Barret en solitario si su salud mental se lo hubiera permitido. Desde luego que Jacco extiende algo más (no mucho) el manual del mencionado gurú. Y lo especialmente positivo de todo ello es que recrea su propio mundo de fábula psicoactiva con una lógica matemática en cuanto a sonido y a orden musical. Una recreación perfecta de una creatividad alterada. He aquí el poderío principal del jovencito Gardner y sus chicos. Mención especial, por supuesto, a su propio técnico quien logró una mezcla perfecta de algo que no era fácil: Situar dos teclados, una batería, una guitarra acústica y una guitarra eléctrica como colchón de una voz solista de psicodelia que no de ópera. Al acertado estilo 'guiri' de 'menos es más', Jacco Gardner no estuvo en el escenario más de hora y cuarto. Tiempo suficiente para situarse al frente de su nave sentado plácidamente ante su teclado, cubriendo su rostro con un 'floppy hat' sobre el que aleatoriamente asomaba un rostro amable y comunicativo. 


Sin más ceremonia que la que ya de por sí trae su 'Cabinet of Curiosities', el quinteto desarrolló mágicos momentos acústicos como 'The One Eyed King' con esa lírica heredada tanto del mundo de Lewis Carroll como de los boscosos caminos de gnomos y princesas del fundador de Pink Floyd. 'Help me out' también fue uno de los temas de la noche. Por esa habilidad melódica que destellan los temas de Gardner. Algo que ocurre también con la canción que abre el disco 'Clear the air', la que más le emparenta con el 'Pet Sounds' de Beach Boys si no fuera por esa línea tan 'sixties' y de garage que parte con gracia la canción. Desde luego que la banda exhibió su habilidad para depurar la magia de Gardner tanto en esta canción como en 'The End of Augusto'. Preciosos los arpegios de guitarra y teclado así como también esos coros tan habilidosamente acompañados de reverberación y quién sabe si de varias lineas de voz disparadas desde la chistera de la tecnología.




La noche terminó con 'Where will you go' exhibiendo lo más bailable de una noche que pide continuidad. Organizó Colectivo Laika.

(Nota: las fotos son del propietario de este humilde blog)

miércoles, 25 de diciembre de 2013

THE LEFT BANKE: CAMPEONES DEL SUNSHINE / BAROQUE POP


Gracias al interés que despertó el fenómeno sunshine / baroque pop en la pasada década algunos pudimos conocer a The Left Banke, responsables de algunas de las más cotizadas perlas del género. Principalmente conocidos por la pareja de hits "Walk Away Renée"/"Pretty Ballerina", The Left Banke distan mucho de ser el típico one-hit-wonder que editaba LPs con el éxito de turno y lo hacían acompañar con un montón de versiones de grupos y solistas populares en la época (ya se sabe: un poco de pop al estilo de la British Invasion, otro poco de soul, algún clásico del rhythm and blues, etc.) The Left Banke eran perfectos artesanos de pop barroco de los sesenta y ello lo demostraron en dos álbumes (sobre todo el primero) que no tienen desperdicio alguno, los dos con material propio que, pese a las inevitables influencias, tenía un carácter absolutamente personal e intransferible.

La margen izquierda del Hudson

The Left Banke se formaron en Nueva York cuando se juntaron en los estudios World United el teclista Michael Brown, el guitarrista George Cameron, el bajista Tom Finn, el batería Warren David-Schierhorst, y el vocalista Steve Martin, que en realidad se llamaba Carmelo Esteban Martín Caro y era hijo de la cantaora y guitarrista almeriense de flamenco Sarita Heredia. Dichos estudios de grabación pertenecían al padre de Brown, hecho que marcó la obra del The Left Banke, caracterizada por una meticulosa producción musical consecuencia de la ventaja que suponía de tener un acceso virtualmente ilimitado a unos estudios de grabación.



Con dicha ventaja y con el talento como compositor y sobre todo arreglista de Michael Brown The Left Banke consiguieron facturar un elegante pop sesentero aderezado con una gran variedad de instrumentos clásicos como el violín, el clavicordio o el oboe que elevaron al rock a cotas de refinamiento nunca antes conocidas. Especialmente característicos de The Left Banke eran los arreglos de cuerda que llevaron a algunos críticos musicales a aplicarles la etiqueta de "Bach-rock" en vez de "baroque", aprovechando la similitud fónica de ambos términos en inglés.

Entre sus influencias estaban las bandas de la llamada Invasión Británica, especialmente en su faceta más pop, como los Beatles, los Hollies o Herman's Hermitt. Pero fueron especialmente The Zombies, banda también liderada por un teclista, Rod Argent, quienes con sus armonías vocales y sus elaborados arreglos clásicos y jazzísticos, más influenciaron a los neoyorquinos. A esto hay que sumarle las influencias autóctonas de las bandas pioneras del sunshine pop americano como los Beach Boys, sobre todo del Pet Sounds.


Aléjate, Renée

Después de que los primeros temas de The Left Banke ("I Haven't Got The Nerve", "I Got Something On My Mind") no consiguieran atraer el interés de ninguna compañía discográfica, Michael Brown disuelve la banda y se marcha a California. Pero el resto del grupo recupera un tema que Brown dejó a medio hacer, "Walk Away Renée", y completan su grabación publicándola como single con "I Haven't Got The Nerve" como cara B. Corría el año 1966 cuando "Walk Away Renée" se convirtió en un hit llegando a ser número 6 de las listas norteamericanas. La canción era el arquetipo de la fórmula musical que usaría a partir de entonces The Left Banke: preciosismo en los arreglos orquestales y sonido y letras melodramáticas. En cuanto a la inspiradora de tan bella tonada, no era otra que Renée Fladen, novia del bajista Tom Finn y de quien Michael Brown se había sentido muy enamorado. El morbo estaba servido. Finalmente, ante el inesperado éxito, Brown vuelve y rehace el grupo que graba otro single "Pretty Ballerina/ Lazy Day". Esta vez el single llega al puesto 15 de las listas. No estaba nada mal para una banda que acabaría convirtiéndose en una cult-band con el paso del tiempo.

Pronto llegó el primer álbum, que como ya he mencionado más arriba es una obra maestra del género. Publicado en 1967 y titulado Walk Away Renée/ Pretty Bellerina (se supone que para aprovechar el tirón comercial de estas dos canciones), rompe el hielo con la delicada "Pretty Ballerina" que se apoya en un inolvidable fraseo de piano y un brillante diálogo entre instrumentos de viento y cuerda. "She May Call You Up Tonight", al parecer también inspirada por la citada Renée Fladen, tiene un aire más rhythm'n'blues y está adornada por un excelente juego de voces. También tiene raíces soul y rhythm'n'blues "I've Got Something On My Mind" a pesar de estar atravesada de cuando en cuando por auténtica música de cámara. Por su parte, "Barterers And Their Wives" tiene aires de folk británico y música renacentista.  En cambio, en "Let Go Of You, Girl" tiene marcada influencia del pop jazzy al estilo de The Zombies.  Mucho más americana suena "What Do You Know?" donde The Left Banke ensayan un estilizado country-rock. La fuerza bruta del rhythm'n'blues se vuelve a imponer al refinado barroquismo en "Evening Gown" y en "I Haven't Got The Nerve" mientras que la psicodelia asoma en "Lazy Day" (ese fuzztone suena absolutamente glorioso) y en la melancólica "Shadows Breaking Over My Head". Todas ellas son dignas acompañantes del hit "Walk Away Renée", que abre la segunda cara del disco.

Segunda venida

A pesar del éxito de los dos singles anteriormente citados, esa gran obra maestra del pop barroco crepuscular que fue el primer LP de The Left Banke solo alcanzó un discreto y decepcionante puesto 67 en las listas de álbumes de EE.UU. Es probable que esto contribuyera a acentuar las tensiones entre Michael Brown y el resto de la banda. Así, Brown se separa de la banda para dedicarse a la composición y a tocar en estudio pero sigue usando el nombre de la banda lo que genera malestar en el resto del grupo. 

Tras la separación Michael Brown edita el single "Ivy, Ivy / And Suddenly" que es boicoteado por el resto de la banda desde su club de fans. Esto causa que el sencillo no fuera promocionado por la compañía de discos y que por tanto tuviera nula repercusión comercial. No obstante, hay que señalar que "Ivy, Ivy" es una hermosísima y misteriosa canción de ambiente onírico y con unos excelentes arreglos de trompeta. Y en cuanto a "And Suddenly" es una buena pieza de pop con influencias soul y con algo menos del habitual artificio gastado por la banda y que tiene un aire como de banda sonora de telefilm de la tarde del sábado.



 
Pero poco después el grupo hace las paces y graban todos juntos "Desiree" la pieza musical más ambiciosa de esta segunda época, donde los arreglos de viento y cuerda parece que proceden de toda una orquesta sinfónica que estuviera respaldando a la banda. Después siguió un segundo LP, The Left Banke Too, al que la critica suele considerar inferior al primero, pero que, si en verdad es inferior a esa obra maestra que es "Walk Away Renée / Pretty Ballerina", es por poco. Cierto es que la artificiosidad es mayor pero es que The Left Banke y eso que se ha venido en llamar Sunshine Pop eran así: o lo tomas o lo dejas. No obstante, la artificiosidad del pop barroco como el de The Left Banke nada tenía que ver con la épica asfixiante del rock sinfónico pues las canciones a pesar de sus sofisticados ropajes no pierden la ligereza del pop y la mayoría no pasa de los 3 minutos.

Sea como fuere, en The Left Banke Too hay pop directo y desenfadado en la pegadiza "Goodbye Holly", hay psicodelia preciosista en "Dark Is The Bark", folk con aires medievales en "Men Are Building Sand", pop jazzy a la manera de The Zombies en "My Friends Today", desparpajo soul en "In The Morning Light", ritmos swing al estilo de los Lovin' Spoonful en "Bryant Hotel" o "Give The Man A Hand", influencias del Sergeant Peppers de los Beatles en "Nice To See You" y baladas con toques progresivos en "There's Gonna Be A Storm".

Ni que decir tiene que este segundo disco tuvo aún menos repercusión que el primero y que motivó la definitiva separación de la banda en 1969. No obstante Michael Brown y Steve Martin se las arreglaron para sacar todavía un single más con el tema "Myrah", melodramática pieza de pop y enésima canción de los Left Banke con nombre de mujer, en la cara A y "Pedestal", puro folk-rock ácido al estilo de San Francisco, en la cara B. Tras años de separación llegó en 1986 una reunión de la banda y un LP, un gesto ya absolutamente testimonial. Últimamente han aparecido algunos miembros de la banda en público juntos, por aquello de la nostalgia. Lo que sí es altamente recomendable es hacerse con una copia del maravilloso recopilatorio There's Gonna Be A Storm con todas las grabaciones de The Left Banke, 26 canciones entre las que no hay ni una sola que se pueda tildar siquiera de mediocre.



Con el tiempo la incomprendida postura musical de The Left Banke, como pasó con The Zombies ensombrecidos por los Beatles y los Stones, se llegó a poner de moda en ciertos círculos del pop alternativo (ahí están los estupendos Ladybug Transistor, también de Nueva York como The Left Banke, para dar fe de ello). Al final va a resultar cierto que el tiempo pone cada uno en su lugar.