domingo, 28 de octubre de 2018

MUERE TONY JOE WHITE, PATRIARCA DEL ROCK DEL PANTANO

Diego A. Manrique
El País, 26/10/2018

Compuso canciones de éxito para Elvis Presley, Johnny Hallyday, Dusty Springfield y Tina Turner



Tony Joe White, cantante y compositor, murió el miércoles 24 en su casa de Leiper’s Fork (Tennessee), tras sufrir un infarto. White, de 75 años, fue uno de los pioneros del llamado rock del pántano, aunque en sus canciones tuvieron mayor difusión en las versiones de grandes estilistas: Elvis Presley, Brook Benton, Wilson Pickett, Dusty Springfield, Ray Charles, Waylon Jennings, Willie Nelson o Tina Turner.

El menor de siete hermanos había nacido entre los campos de algodón de Oak Grove (Luisiana) en 1943. De forma natural, se empapó del country, el blues y el góspel que se cantaba en su familia. Tras tocar en diferentes grupos festeros, tuvo una revelación al escuchar Ode to Billie Joe, de la cantautora Bobbie Gentry: se lanzó a escribir canciones narrativas sobre personajes y situaciones del Sur Profundo, un equivalente musical del gótico sureño literario.

Fichado inmediatamente por el sello Monument en Nashville, comenzó a grabar en 1967 con el productor Billy Swann. Sus primeros discos pasaron inadvertidos pero temas como Soul Francisco y Groupy girl pegaron en Europa (fueron incluso publicados en España). El éxito en su país le llegaría en 1969, con Polk Salad Annie, que Elvis Presley integró en su repertorio de directo (igualmente registró su balada I’ve a thing about you). También funcionó la versión de Willie and Laura Mae Jones que grabó Dusty Springfield; tras la interpretación del soulman Brook Benton, su Rainy night in Georgia se convirtió en un clásico.

Tras Monument, Tony Joe facturó excelentes discos en Warner, acompañado por músicos de Memphis y Muscle Shoals, en complicidad con productores como Peter Asher, Jerry Wexler y Tom Dowd. Estos dos últimos, procedentes de la compañia Atlantic, habían intentado comercializar la etiqueta del swamp rock, donde incluían a Dr. John, Delaney & Bonnie o Creedence Clearwater Revival. En el caso de White, hubo buenas críticas pero escasas ventas.

Tal vez en Estados Unidos resultaba demasiado rústico, con su voz grave y su guitarra de boogie, a la que añadía ocasionalmente la armónica. En Europa, con sus patillas y sus soliloquios, se le consideraba the real thing. Así, en Francia colaboró con Joe Dassin y Johnny Hallyday. Fue el cantante principal en la versión cinematográfica de Catch my soul, un musical basado en el Otelo de Shakespeare, donde interpretaba el personaje de Casio. Igualmente, se integró en el equipo que preparó la resurrección comercial de Tina Turner, para la que confeccionó Foreign affair, Steamy windows o Undercover agent for the blues.

En los noventa, ya orientado hacía el mercado europeo, grabó con cierta fortuna para la multinacional Polydor, girando con admiradores como Eric Clapton y Mark Knopfler. También participó en el debut de su hija, Michelle White. En 2004, lanzó The heroines, donde se incluían duetos con Emmylou Harris, Lucinda Williams, Shelby Lynne y otras vocalistas.

En la discografía de Tony Joe White abundan los directos pero nunca le faltó la inspiración para hacer canciones, como demostró con Hoodoo (2013) y los siguientes álbumes para Yep Rock Records, donde alternaba sus originales con homenajes al blues. Según su hijo Jody, que ejercía como su productor, dejó suficiente material para, al menos, un disco póstumo.

lunes, 22 de octubre de 2018

LA HORA MUSA: ¡POR FIN!

Fernando Navarro
El País, 03/10/2018

[Pues eso: ya era hora.]

El nuevo programa musical de TVE es un gran acierto al defender la música no enlatada en directo y reflexionada en entrevistas.



Justo antes de sentarse a charlar con Santiago Auserón, Maika Makovski dijo en La hora musa: “Voy a poner el chiringuito bien. Como si fuera el salón de casa”. Lo soltó de forma espontánea, mientras colocaba los cojines del sofá y Auserón se sentaba con su particular ritmo pausado y esa mueca de marinero en tierra que le sale al sonreír. Tras ellos, se veía un escenario con la banda del excomponente de Radio Futura y cada uno de los instrumentos. Cierto: fue como estar en el salón de casa. La música en directo, pero también la música hablada, reflexionada y compartida, estaba entrando al salón de casa después de tanto tiempo. Volvía un verdadero programa de música a la televisión española. Fue como ver regresar a Colón de las Américas.

Ya era hora. Qué largo se ha hecho, tanto que los escolares y los universitarios de hoy en día no concebían eso de un programa musical televisivo. Puede que con internet ya no conciban ni siquiera la televisión, tal y como varias generaciones al menos lo hicieron durante décadas, pero era como hablarles del siglo pasado. Y siempre ha sido paradójico: ahora, en estos tiempos, cuando más música se escucha y se comparte, cuando más jóvenes y mayores tienen al alcance tanta variedad de músicas, cuando más conciertos hay a la semana y más festivales al año porque ya no se venden discos, ahora, precisamente, no había un programa musical en televisión. Un espacio que trate la música con respeto, cariño y criterio. Que conciba la música como cultura. Por suerte, La hora musa resuelve este problema. El nuevo programa musical de TVE es una apuesta firme por la música como cultura. Música en mayúsculas. Música sin cotilleos ni pornografía sentimental. Música fuera de la pecera del show de Truman.

Fue un acierto destacable comenzar esta aventura televisiva con una entrevista a Auserón, refugiado artísticamente bajo el nombre de Juan Perro. Es patrimonio de la música popular española y una de las mentes más sabias para contextualizar y reflexionar sobre la creación musical. De hecho, fue glorioso que durante su charla con Maika Makovski, presentadora del programa, hablase de cultura, preguntase al público por qué era importante la cultura y les explicase de forma concisa a Makovski y al reportero Víctor Clares cómo funciona el negocio musical en España, un negocio conchabado y repleto de peajes cuya máxima representación es Operación Triunfo, lo que sucede dentro de esa academia pero también lo que sucede antes y después. “Ideas raras, nada. Lo que suene a jazz es maldito. Más allá del acorde de séptima dominante… prohibido en la radiofórmula. Esto es así, niñas y niños. Las leyes del mercado funcionan así”, dijo Auserón, que tocó Los inadaptados con su aire jazzy y la pegadiza Charla del pescado y acabó junto a Makovski con la oscura Annabel Lee, inspirada en un poema de Edgar Allan Poe. En OT lo hubiesen acribillado para gusto de la audiencia hambrienta de penas y alegrías ajenas en reality-shows.

Otro acierto es la elección de la cantante y actriz Maika Makovski como presentadora. Es natural y se desenvuelve con garbo estupendo en el plató, bien fuera para charlar con Auserón como si estuviese “en el salón de casa”, bien fuera para dirigirse a los espectadores con magnetismo. Makovski cogió buenas tablas como colaboradora del Oh! My LOL, el programa de humor de la cadena SER dirigido por El Mundo Today, y en el que también la música juega un papel significativo. Ahora, al frente de La hora musa, tiene carisma y, como cantante de largo recorrido en el rock español, entiende las claves de la música. Con ella, además, se demuestra algo necesario: no todo va a ser Alaska en televisión musical.

La hora musa mira al presente de la música. Es importante. El éxito de Cachitos convenía que la música sigue siendo fundamental en la vida de las personas, pero era insuficiente. Algunos directivos de RTVE habían dictaminado que la música era un producto solo apto para la nostalgia. Y no es verdad. Dentro del pop, el rock, el hip-hop, la electrónica, el flamenco y más estilos musicales hay cientos de artistas y bandas hoy en día que miran al presente —e incluso al futuro— con pasión y talento. Todo ello requería de un programa como La hora musa, que se dirige no solo a una industria competente y comprometida con la música sino también al mismo público que acude a los festivales y a las salas de conciertos de toda España. A un público inquieto y activo. En este sentido, se agradeció mucho el reportaje en Londres sobre las carátulas de discos famosas elaborado por Víctor Clares. La idea de estos reportajes en el programa es otro acierto, como la de incluir píldoras explicativas cuando Auserón nombró a Depedro en su entrevista.

Anoche, el presente de la música en directo pasó también por el concierto de los siempre efectivos y divertidos Franz Ferdinand, presentando canciones de su último disco, y por las actuaciones en la azotea de La Mala Rodríguez, que está a punto de sacar nuevo álbum. Más aciertos. Como las actuaciones en exteriores y en plató. Todo mezclado con ritmo y estilo. Hay mimo en el programa. Así, el escenario del plató transmite una atmósfera íntima y elegante. Se nota que han tenido en cuenta el concepto de las producciones televisivas británicas, especialmente del fabuloso programa Jools Holland. Da gusto ver una actuación con esa variedad de planos, sin playback e íntegra, sin cortes publicitarios, sin comentarios pisando las canciones, sin mezclas con otros contenidos. Eso que debería ser la norma se ha terminado convirtiendo en toda una odisea en este país donde manda la música enlatada. La hora musa, como admirablemente viene haciendo desde hace tiempo Late Motiv de Andreú Buenafuente en Movistar +, defiende la música en su esencia.

Solo cabe exclamar una cosa: ¡Por fin! Y añadir otra: “Que dure”.

martes, 16 de octubre de 2018

KEN STRINGFELLOW (THE POSIES): “JON Y YO ÉRAMOS UNA MISMA MENTE REPARTIDA EN DOS CUERPOS”

Jesús Rojas, 10/09/2018
Walk, 10/09/2018



The Posies son una de esas bandas que no puedes perderte si tocan en tu ciudad, sobre todo ahora que cumplen 30 años y quieren celebrarlo por todo lo alto. Nos hemos ido a dar un paseo con Ken Stringfellow, que además de ser uno de los pilares de The Posies ha formado parte de bandas tan dispares como los míticos Big Star, R.E.M o Lagwagon, y ahora tenemos más ganas aún de que comience ese ansiado tour por España.

Estáis de aniversario  qué manera de celebrarlo que con una nueva gira por Estados Unidos que muy pronto os traerá a Europa. ¿Tenéis tantas ganas como nosotros?

(Risas) No estoy seguro de si quiero responder a esta pregunta. El deseo es un concepto filosófico, ¿verdad? Si a lo que te refieres a estoy entusiasmado anta la idea de emprender una nueva gira con mi banda, por supuesto que sí. Creo que estamos sonando realmente bien y hemos disfrutado mucho con el tour por Estados Unidos. Tenemos muchas ganas de compartir esto mismo con vosotros.

No debe ser fácil elaborar un setilist cuando se tienen tantos discos y, en vuestro caso, un buen puñado de hits. ¿Nos vais a poder adelantar algo?

(Risas) Serás descarado… En esta ocasión tocaremos con Dave Fox y Mike Musburger la misma formación con la que grabamos Frosting the beater (1993), que también es la misma con la que tocamos por primavera vez en España el mismo año de su publicación. Por supuesto que tocaremos bastante material de esa época, es lo más natural, pero intentaremos rescatar cosas de todos los años que llevamos en activo The Posies.

No me creo que después de tanto tiempo y manteniendo una relación tan estrecha no haya habido momentos complicados. ¿Cómo es la relación de Jon Auer y Ken Stringfellow después de 30 años?

Claro que no es fácil. De hecho no siempre hemos estado especialmente unidos. Hemos vivido altibajos, hemos peleado e incluso lo hemos dejado aparcado un tiempo. Pero creo que ahora nos hemos dado cuenta de que la música está por encima de todo eso y queremos recompensar a todos aquellos que creen en nosotros. Eso nos ha llevado a sentarnos para examinar nuestras diferencias y hablar sobre ellas, y la verdad es que ahora tenemos una relación bastante saludable. Cuando empezamos éramos muy parecidos, éramos una misma mente repartida en dos cuerpos. Pero estaba claro que eso no podía durar demasiado, ya que teníamos que seguir creciendo. Nos hicimos adultos y fuimos en busca de experiencias diferentes, lo que sin duda ha contribuido a enriquecer nuestras vidas. Ahora es todo mucho más sencillo, es hora de relajarse y seguir adelante.

Entendemos que Big Star supuso el comienzo de todo lo que sois hoy, musicalmente hablando. Para otros muchos grupos The Posies han supuesto exactamente lo mismo. ¿Qué tal sienta eso de haber sido una gran influencia para otros artistas a lo largo y ancho del planeta?

Tiendo a no pensar en ello. Personalmente, veo la inspiración como algo que trato de ofrecer todos los días a alguien. No soy de ese tipo de personas que se pasa el tiempo contemplando los logros que haya podido conseguir en la vida, sino que veo cada cada día como una nueva oportunidad para hacer algo bueno para mí y las personas que me rodean.

¿Os sentís cómodos con la etiqueta de power pop o preferiríais que vuestras canciones fueran encasilladas dentro de otro estilo? He llegado a leer en alguna ocasión incluso grunge…

Ese es el problema cuando tratas de poner etiquetas a todo en el mundo del arte. En la obra de cualquier artista siempre hay tantas excepciones como ejemplos de cualquier género en el que le estés tratando de encasillar. ¡Está claro que AC/DC son una banda de rock! Es un buen ejemplo para demostrar que lo de poner etiquetas puede funcionar de forma ocasional, pero generalmente es algo bastante complicado. Tal y como yo lo veo, si  mi música fuera fácil de etiquetar, ahora mismo sería muy rico y, al mismo tiempo, eso querría decir que estoy haciendo un trabajo muy pobre como artista.

Independientemente de las etiquetas, está claro que lo vuestro son las melodías y las guitarras… Al menos esto fue así hasta la publicación de Solid States (2016), donde las melodías siguen teniendo un papel importante pero hay ciertos ramalazos electrónicos que te dejan un poco perplejo en la primera escucha. ¿Cómo os dio por introducir elementos electrónicos en vuestra música?

Creo que solo te dejará perplejo en función de tus expectativas. ¡Es solo música! Independientemente de si las notas salen de un ordenador o de una guitarra, en ambos casos surgen de mi cerebro y pasan por mis dedos. Además, ten en cuenta que yo he sido teclista antes que guitarrista. Incluso antes de existir The Posies, Jon y yo ya experimentábamos con todo cuando nos juntábamos en el estudio: cajas de ritmos, MIDI, efectos digitales,… Y, por supuesto, guitarra, batería, etc. Nunca he sido muy de seguir las reglas.

Han pasado ya dos años de aquello, ¿tenéis previsto trabajar en nuevas canciones una vez haya concluido la gira del 30 aniversario?

¡Pues la verdad es que suena genial eso que comentas! Frankie, que estaba en el último álbum y en las giras de 2016 y 2017, tiene un estudio enorme en Los Ángeles y tengo unas ganas enormes de pasar un buen rato bajo el sol.