martes, 27 de febrero de 2018

THE SMITHEREENS. "ESPECIALLY FOR YOU" (1986). Pieza clave del power pop ochentero


Fue acordarme de este magnífico disco de la segunda mitad de los 80, volver a escucharlo y buscar en Internet qué había sido de la banda y enterarme del fallecimiento de su líder y cantante Pat Dinizio. Fue el pasado 12 de diciembre. Al parecer Dinizio ya arrastraba serios problemas de salud cuando una caída agravó su estado. Ahora  no puedo por menos que escribir algo sobre este LP, para de paso rendir un pequeño homenaje a Pat.

Era el año 86 cuando salió este disco. Era una época en la que el rock gótico y los sonidos robóticos procedentes de las Islas Británicas estaban empezando a pasar de moda. El Nuevo Rock Americano pegaba fuerte (Dream Syndicate, Long Ryders, Green On Red, Gun Club, Violent Femmes, Los Lobos, etc.) y a los Smithreens se les intentó meter en el mismo saco. Pero, en realidad el Paisley Underground era una escena musical del suroeste de EE.UU. y los Smithereens eran casi de la otra esquina del país, de New Jersey, del noroeste. Sus pintas, unos tipos normales como los que se puede encontrar en cualquier barrio obrero de cualquier gran urbe, tampoco tenía que ver con los flequillos lacios, los botines relucientes y las camisas de amebas. Y, lo más importante, su música debía más al power pop que a la psicodelia o al garaje. Por esa época yo prestaba más atención a la escena de Los Ángeles, sin embargo una persona muy allegada a mí adquirió este disco. Sus canciones me parecieron impecables. Y no solo me lo parecieron a mí. Incluso llegaron a colocar un hit en las radios comerciales, la inolvidable "Blood And Roses". Bien es verdad que fueron tan solo unos minutos de gloria que no se volverían a repetir, pero para un grupo de sus características era toda una hazaña.


El disco es una equilibrada mezcla de influencias de los años 60 y 70. Para empezar la influencia del Mersey Beat y de los cinco de Liverpool se refleja sobre todo en los tres primeros temas que del disco "Strangers When We Meet", "Listen To Me Girl" y "Groovy Tuesday". Guitarras cantarinas, armonías vocales luminosas y estribillos que se pegan al cerebro como el chicle. "Cigarette", sin embargo es más crepuscular, con esas acústicas inspiradas en el folk ácido de la costa oeste americana y ese acordeón que le da un cierto aire western, fronterizo, más cercano al mencionado Nuevo Rock Americano. También en esa línea melancólica, "In A Lonely Place", con la colaboración en los coros de Suzanne Vega, consiguió captar la atención del gran público y de hecho salió como segundo single del LP. También persiste la influencia beateliana en "Time And Time Again", pero igualmente hay un importante guiño a Roy Orbison en el riff, que se asemeja al de "Pretty Woman".



Por otra parte, tenemos la influencia sixties americana. Esto se ve en "I Don't Want To Lose You", "Crazy Mix-Up Kid" y "Hand of Glory", con una clara influencia del folk-pop-country de los Byrds (especialmente patente en el primer tema, que acaba calcando el punteo de "Feel A Whole Lot Better"). En esa línea también, aunque más atmosférico, está "Alone At Midnight". Y por último tenemos la influencia del surf-rock en el cover de Dick Dale, "Mr Eliminator", que cierra como bonus track la versión CD.



La influencia setentera y power pop se nota sobre todo en tras trallazos de electricida melódica como son "Behind The Wall Of Sleep", "White Castle Blues" y, sobre todo, en su celebrado "Blood And Roses", tema eterno de una banda de tipos normales de New Jersey que por un momento tocaron el cielo con ambas manos. Descanse en paz Pat Dinizio.


miércoles, 21 de febrero de 2018

THE DREAM SYNDICATE. "HOW DID I FIND MYSELF HERE" (2017). A veces segundas partes sí son buenas.


The Dream Syndicate es uno de mis más venerados grupos de la década de los 80 y su álbum The Days of Wine and Roses es para mi una colosal obra maestra. Así que cuando me enteré que se habían vuelto a unir y a grabar un LP el pasado septiembre me alegré mucho, por una parte, pero también me dio miedo por otra. La mayoría de las veces eso de las reuniones para recuperar los viejos tiempos acaba en fiasco. No obstante, tengo que decir que el caso que nos ocupa estamos ante la excepción que confirma la regla.

How Did I Find Myself Here? no es un disco facilón, oportunista o nostálgico. Es un gran disco registrado por un puñado de músicos con mucho rodaje que aún siguen estando poseídos por la inspiración. El sonido oscuro, obsesivo y cortante de The Days of Wine and Roses pervive en este disco aunque convenientemente puesto al día. Esta renovación se traduce concretamente en ritmos más mecánicos, como de Krautrock, y desarrollos más largos, más propios del jazz-rock o del raga-rock, de generoso minutaje, de ahí que el número de cortes del álbum se reduzca a 8.



Para abrir el LP han colocado muy sabiamente como primer corte "Filter Me Through", un trallazo de neopsicodelia a lo Rain Parade, aunque también recuerda a aquel "Bullet with my Name on It" del Medicine Show, el segundo disco de los Syndicate. Además tiene el aliciente de que el teclado lo toca nada menos que Chris Cacavas, ex-Green On Red. De lujo. También rezuma psicodelia el segundo corte "Glide". Con un ritmo motorik a lo kraut, el tema crea un estimulante muro de ruido que demuestra que la banda no ha perdido un ápice de fuerza. Otro gran tema. Y aquí el minutaje se dispara a 6 minutos frente a los 3 y pico del primer tema. También está bien cargado de distorsión y oscuridad "Out of My Head", en donde suenan como unos Jesus and Mary Chain de la era digital.




Con "80 West" los guiños a los tiempos pasados están un poco más claros ya que la linea de bajo del tema recuerda a la del maravilloso "That's What You Always Say", tercer corte del mencionado The Days... Eso y unas gotas de noise pop de los 90 y tenemos otro torpedo sónico. "Like Mary", sin embargo, es más luminoso y calmado y recuerda a ciertas épocas de Lou Reed y al tercer disco de the Velvet Underground, aunque también a ese "Halloween" del primer LP de la banda pero con menos distorsión. Una delicia. Mucho más cercano al grunge y al punk, es el siguiente corte, "The Circle", un tema que deja claro que la banda no se ha reblandecido con el tiempo.

Pero el tema que más puede sorprender es el que da título al disco. En primer lugar, porque dura más de 11 minutos, pero también porque contiene largas improvisaciones jazzísticas que gracias al maravilloso teclado de Chris Cacavas nos recuerdan a las de los temas largos de los Doors (en especial a "Riders on the Storm"). Puro raga-rock. Y para terminar tenemos "Kendra's Dream", tema largo (más de 6 minutos) y atmosférico donde precisamente la ex-bajista de la banda Kendra Smith colabora en la letra y los coros. No hagamos demasiado caso a los refranes: a veces las segundas partes sí son buenas.