Miquel Botella Armengou
Ciudad Criolla, 07/09/2020
Fue el autor de éxitos como Werewolves Of London y estaba considerado uno de los cantautores más originales, satíricos e ingeniosos surgidos en Los Ángeles en la década de los setenta. Hoy hace diecisiete años desde que nos dejó mientras dormía, víctima de un cáncer de pulmón que le habían diagnosticado pocos meses antes.
Parece como si Warren Zevon hubiera esperado a la publicación de The Wind para irse al otro barrio a los 56 años. Fumador empedernido hasta que lo dejó tiempo antes de morir, Zevon anunció en septiembre de 2002 que le habían diagnosticado un cáncer terminal de pulmón y que solo le quedaban unos pocos meses de vida. El cantante los aprovechó para estar junto a sus hijos y para trabajar en ese último álbum, publicado el 26 de agosto de 2003; la muerte le llegó el 7 de septiembre.
A pesar de la gravedad de su salud, Warren afrontó la situación con el mismo sentido del humor presente en su música, en canciones como I’ll Sleep When I’m Dead o Life’ll Kill Ya. En una ocasión declaró que “escogí un determinado camino y viví como Jim Morrison, y he durado treinta años más que él. En la vida tomas decisiones y has de apechugar con las consecuencias”.
Nacido en Chicago en 1947 y de progenitores inmigrantes rusos (como Barry Gifford, su padre era una especie de gánster), durante los sesenta se trasladó a Los Ángeles, donde se ganaba la vida grabando cancioncillas para anuncios de la televisión.
También compuso el tema She Quit Me para la película Cowboy de medianoche (John Schlesinger, 1969), regrabada por Leslie Miller como He Quit Me. Acababa de salir de la adolescencia cuando empezó a trabajar con The Everly Brothers, primero como pianista y después como el líder de su banda de acompañamiento.
Su debut fue Wanted Dead Or Alive (1969), sin mucha repercusión, pero en la década de los setenta logró llamar la atención al escribir un puñado de canciones que popularizó Linda Ronstadt, entre ellas Carmelita, Hasten Down The Wind y Poor Poor Pitiful Me.
Después de un año sabático en Sitges, sus dos álbumes siguientes, Warren Zevon (1976) y Excitable Boy (1978), reincidieron en los cuentos de humor negro sobre violadores, soldados de fortuna y hombres lobo que bebían piña colada en bares de solteros.
Víctima del alcohol, sus dos trabajos posteriores estuvieron marcados por sus demonios personales: Bad Luck Streak In Dancing School (1980) y el directo Stand In The Fire (1980), mientras que con The Envoy (1982) recuperó las esperanzas de sus inicios. Pero el álbum fracasó en las listas y Zevon recayó.
Tras un largo período de terapia, volvió sobrio y recuperado con Sentimental Hygiene (1987), con la ayuda de Peter Buck, Bill Berry y Mike Mills, componentes de R.E.M. En 1990, vio la luz material inédito grabado durante aquellas sesiones bajo el seudónimo de Hindu Love Gods en un LP homónimo sorprendente, una colección de versiones de Robert Johnson, Muddy Waters, Willie Dixon, Woody Guthrie y Prince, entre otros.
Warren continuó su retorno con Transverse City (1989), un álbum conceptual inspirado por el movimiento ciberpunk, y Mr. Bad Example (1991). En 1993 lanzó su segundo disco en directo, Learning To Flinch, seguido en 1995 por Mutineer. Hasta el 2000 no editaría su siguiente trabajo, Life’ll Kill Ya. Su éxito fue modesto, pero suficiente para animarlo a volver al estudio. El resultado fue My Ride’s Here (2002).
Su estilo reflejaba muchos géneros, del hard rock al folk, así como la música clásica, la polka y otras influencias. Con sus canciones de humor negro, Zevon cimentó su reputación como uno de los letristas de rock más políticamente incorrectos, y se convirtió en una figura de culto, admirado por el periodista y escritor Hunter S. Thompson, por el presentador David Letterman y por compañeros de profesión como Bob Dylan y Bruce Springsteen.
Zevon se despidió a lo grande con The Wind, donde contó con la colaboración de compañeros como Ry Cooder, Dwight Yoakam, T Bone Burnett, Emmylou Harris, Billy Bob Thornton, Jim Keltner, Don Henley, Bruce Springsteen, Jackson Browne y Tom Petty, entre otros. Con él ganó dos Grammy: al mejor álbum de folk contemporáneo y a la mejor interpretación vocal de un dúo rock por la canción Disorder In The House, con Springsteen.
La publicación de The Wind coincidió con la emisión de un documental del canal VH1 para el programa (Inside) Out sobre la grabación de este álbum. En la entrevista incluida, Warren aseguraba que la forma de afrontar su enfermedad fue “comenzar a grabar casi inmediatamente”.
Más adelante, afirmaba que “una de las razones por las que no me puedo quejar sobre mis presentes circunstancias es que siempre he escrito sobre la muerte. Hemingway decía que todas las buenas historias acaban con muerte. Vivimos en una cultura donde la violencia nos rodea y me he encontrado escribiendo más canciones sobre ella que sobre temas románticos”.
En la misma entrevista, cuando se le preguntaba si tenía un mensaje final para sus seguidores, confesó: “No tengo nada que decirles que no les haya dicho ya. Escribir canciones es un acto de amor. Lo haces porque te gusta el tema y quieres transmitir este sentimiento … Así que no tengo un gran discurso de despedida”.