Manoel Obando
Infobae, 26/03/2025
En un festival dominado por el pop, el rock y la electrónica, un género nacido en la Amazonía peruana se abre camino. Los Mirlos no solo tocan en Coachella: llevan consigo una cultura entera.
En la selva peruana, donde la música y la naturaleza se entrelazan, nació el sonido de Los Mirlos. Con guitarras eléctricas y ritmos tropicales, esta banda pionera de la cumbia amazónica transformó la escena musical del país.
Lo que comenzó en Moyobamba con instrumentos rudimentarios, pronto trascendió fronteras, llevando su estilo a los más grandes escenarios internacionales. Con más de cinco décadas de trayectoria, su legado sigue vigente, adaptándose a nuevas generaciones.
Ahora, su música vibrará en el prestigioso Festival de Coachella 2025, marcando un nuevo hito para una agrupación que convirtió la selva en melodía universal.
Jorge Rodríguez Grandes nació en Moyobamba, San Martín, en una familia donde la música era parte de la vida cotidiana. Aunque soñaba con convertirse en cineasta, su destino lo llevó por otro camino: la cumbia amazónica. Su padre, un apasionado de la música tradicional, le inculcó desde pequeño el amor por los ritmos selváticos.
En 1968, junto a su hermano menor, fundó la orquesta Los Saetas, inspirados por bandas pioneras como Los Destellos y El Avispón. Desde sus inicios, experimentaron con guitarras eléctricas y sonidos autóctonos, dando forma a un estilo que años más tarde definiría su legado.
Los años 70 no fueron fáciles para los músicos emergentes en el Perú. La falta de recursos limitaba la posibilidad de adquirir instrumentos de calidad, por lo que los jóvenes artistas debían ingeniárselas para producir sus propias herramientas sonoras. Con apenas un amplificador de 20 watts y guitarras artesanales, Los Saetas lograron diferenciarse, creando un sonido inconfundible que poco a poco captó la atención del público local.
El nacimiento de Los Mirlos
En 1972, un giro inesperado marcó el destino de la agrupación. Durante una fiesta patronal en Moyobamba, su hermano mayor, que residía en Lima, los escuchó tocar y reconoció su potencial. Consciente de la falta de oportunidades en la selva, decidió llevarlos a la capital para grabar su primer disco.
Fue allí donde se encontraron con un obstáculo: en Lima ya existía un grupo con el nombre Los Saetas, por lo que tuvieron que buscar una nueva identidad.
Entonces el nombre Los Mirlos surgió en homenaje a un ave selvática conocida por su capacidad de imitar sonidos. Bajo esta nueva identidad, lanzaron su primer disco con los temas El aguajal y La danza de los mirlos, piezas que marcaron el inicio de su consolidación en la escena musical. Su mayor contribución fue la creación y difusión de la cumbia amazónica, una fusión de ritmos tropicales con los sonidos tradicionales de la Amazonía peruana.
Evolución musical
A lo largo de los años 80 y 90, Los Mirlos enfrentaron grandes desafíos. Con la llegada de nuevos géneros musicales y la crisis económica que afectaba a la industria, el grupo tuvo que reinventarse para mantenerse vigente.
Jorge Rodríguez, líder y fundador, decidió viajar a Estados Unidos para modernizar el sonido del grupo. Allí perfeccionó su dominio de la guitarra y exploró nuevos arreglos con el órgano eléctrico, ampliando el repertorio de la banda sin perder su esencia tropical.
La adaptación fue clave para su permanencia en el tiempo. Además de su evolución sonora, la agrupación aprovechó al máximo las oportunidades de promoción. Su participación en la película Vacaciones de amor, protagonizada por Camilo Sesto, les dio visibilidad internacional y les abrió las puertas a giras por Argentina, Bolivia, Ecuador, Colombia y Estados Unidos. Su presencia en festivales de renombre consolidó su prestigio y les permitió conectar con nuevas audiencias.
Legado y reconocimiento global
El legado de Los Mirlos ha sido preservado por la familia Rodríguez. Actualmente, Luis Rodríguez, hijo de Jorge, es quien lidera la agrupación, mientras que Mónica Rodríguez, contadora pública, se encarga de la administración. Javier Rodríguez, por su parte, coordina las giras internacionales como manager desde hace más de una década.
Bajo esta estructura, la banda ha lanzado 30 discos y ha llevado su música a escenarios de gran prestigio, como el Vive Latino en México y el Ruido Fest en Chicago.
La era digital también ha jugado un papel fundamental en su resurgimiento. A pesar de no sonar con frecuencia en las radios limeñas, Los Mirlos acumulan millones de reproducciones en plataformas como Spotify, YouTube y TikTok. Su legado fue reconocido oficialmente en 2024 por el Ministerio de Cultura del Perú, otorgándoles el título de Personalidad Meritoria de la Cultura.
Ese mismo año, fueron protagonistas del documental La lanza de Los Mirlos, presentado en el Festival de Cine de Lima, una producción que retrata su trayectoria y su impacto en la música latinoamericana.
Hacia Coachella: Un nuevo hito en su carrera
En 2024, la agrupación confirmó su participación en el Festival de Música y Arte de Coachella Valley 2025, convirtiéndose en el primer grupo musical peruano en presentarse en este prestigioso evento.
Considerado uno de los festivales más importantes del mundo, Coachella reunirá a Los Mirlos con artistas de talla internacional (Green Day, Missy Elliott, Post Malone, Travis Scott, entre otros) y les permitirá seguir expandiendo su influencia más allá de América Latina.
Con más de 50 años de trayectoria, Los Mirlos han demostrado que la música no tiene fronteras. Lo que comenzó con instrumentos artesanales en la selva amazónica hoy resuena en los escenarios más importantes del mundo, consolidando su legado como pioneros de la cumbia amazónica.
Características de la cumbia amazónica
La cumbia amazónica es un subgénero de la cumbia peruana. Su característico ritmo pegajoso y bailable se acompaña de instrumentos como el teclado, la guitarra eléctrica, la batería y las percusiones típicas de la Amazonía, como el bombo y el güiro. A lo largo de los años, la cumbia amazónica ha evolucionado incorporando elementos del rock y la música electrónica.
Una de las características distintivas de este subgénero es su capacidad para reflejar las tradiciones y vivencias de los pueblos de la selva. Sus letras suelen abordar temas relacionados con la naturaleza, la vida cotidiana en la Amazonía y las historias de amor o desamor.