Wall of Voodoo fue una de las bandas más originales de de aquella época en la que buena parte del rock se englobaba bajo la etiqueta New Wave / post-punk. Mientras ciertas bandas sucumbían a la tentación de sonar en las pistas de baile y en las listas de éxito y otras se sumergían en las catacumbas de los sonidos góticos los californianos Wall Of Voodoo cometieron la osadía de fundir los sonidos electrónicos de moda con lo más añejo del country y del western (Johnny Cash, Ennio Morricone, Merle Travis, Woody Guthrie), influencia esta que no estaba muy bien vista por el esnobismo imperante en la primera mitad de los años 80 del siglo pasado.
Orígenes cinematográficos
La música de Wall of Voodoo estuvo unida al cine desde sus comienzos. Así, el cantante y frontman de la banda Stan Ridgway regentaba una empresa que realizaba bandas sonoras de películas (Acme Soundtracks) y cuya oficina estaba situada en Hollywood. Se daba la feliz coincidencia, además, de que en la misma calle existía un pub en el que actuaban grupos de punk y New Wave llamado The Masque. Uno de los músicos que actuaban en dicho pub era el guitarrista de The Skulls Marc Moreland. Éste pronto entraría en contacto con Ridgway para tocar juntos. Y ése sería el germen de Wall of Voodoo: Stan Ridgway asumiría el papel de cantante y armonicista, Marc Moreland el de guitarrista, su hermano Bruce el de bajista, Chas T. Gray de teclista y Joe Nanini de percusionista.
Al parecer el extraño nombre de la banda fue tomado de una frase pronunciada por Joe Berardi de The Fibonaccis cuando escuchó alguna de las grabaciones realizadas por Ridgway en su Acme Soundtracks. A Berardi le recordaron a aquel sonido que fue calificado por Phil Spector como "wall of sound", término que devino en Wall of Voodoo en la terminología de Berardi. Y el nombre pareció gustar a Ridgway y compañía.
Wall of Voodoo EP
Una vez bautizado, el proyecto echó a andar. La primera grabación lanzada al mercado por Wall Of Voodoo fue un excelente EP de 6 canciones entre las que se encontraba una de las versiones más sorprendentes de la historia del rock. Se trataba del conocido tema de Johnny Cash "Ring Of Fire" transfigurado en una suerte de extraña pieza sonora de cabaret expresionista: un bucle de ruido recorría la canción al más puro estilo Martin Rev de Suicide mientras la voz espasmódica de Stan Ridgway, que recitaba más que cantaba, echaba un pulso a la oscura melodía dibujada por la disonante guitarra de Marc Moreland (que según se dice estaba inspirada en la banda sonora de la película Our Man Flint de 1966, una parodia de James Bond protagonizada por James Coburn).
El resto del EP rebosa la misma audacia sonora, mezclando electrónica con oscuros sonidos "retro" preferentemente procedentes del cine de serie B. Ello está especialmente patente en "The Passenger" (nada que ver con el tema de Iggy Pop del mismo nombre) que remite tanto al spaghetti western morriconiano como al cine de vanguardia. Otros cortes tienen más deuda con el punk ("Longarm") o con la New Wave más bailable ("Can't Make Love"). Por último tenemos extrañas piezas instrumentales ("Struggle", "Granma's House") más cercanas a la experimentación electrónica.
Dark Continent y The Call of The West: dos obras maestras
Tras el aperitivo del EP llega el primer larga duración titulado Dark Continent. La portada del mismo ya nos advierte de lo que nos podemos encontrar: un detalle de un inhóspito paisaje desértico, presumiblemente del interior del sur de California. Y la música se corresponde con la portada por ser igualmente inhóspita: guitarras estilo spaghetti western que se alían con una hipnótica armónica que recuerdan a la de Charles Bronson en ese Once Upon In The West de Sergio Leone, unos ritmos mecánicos que suenan como un viejo molino abandonado en medio de la nada movido por el viento, unos teclados fantasmales y la voz barítona de Ridgway poseída de maníaco énfasis expresionista. Aquí habría que destacar piezas como el psychobilly electrónico y morriconiano de "Red Light" o de "Crack The Bell", el western de serie B de "Two Minutes Till Lunch" o de "Me And My Dad"", el minimalismo reiterativo de "Animal Day", el punk electrónico en la onda de The Stranglers de "Full Of Tension" o el oscuro experimentalismo de "Back In Flesh". El conjunto es de lo más innovador, con un pie en la tradición folk americana y otro en la vanguardia, aunque siempre algo más cerca de esta última.
El siguiente disco The Call Of The West es para muchos la opera magna de Wall Of Voodoo. Otros, sin embargo se quedan con su predecesor. La principal virtud de este segundo disco frente al primero es que presenta la misma original propuesta de Dark Continent, solo que de manera menos áspera y más asequible para el gran público. Es, además, el disco de Wall Of Voodoo que contiene el único hit de la banda, "Mexican Radio", tema que tuvo un éxito relativo en los EE.UU. pero que en Canadá y Nueva Zelanda llegó al puesto 18 y 21 respectivamente. "Mexican Radio" es un tema arquetípico dentro del estilo de Wall of Voodo: se abre con una espiral de ruido electrónico para dar paso a la incisiva caja de ritmo, el teclado hipnótico y la guitarra morriconiana. Todo ello culminado por la armónica y la voz de Ridgway, que cuenta una historia llena de tópicos fronterizos en la que "Tijuana" rima con "iguana" e intenta balbucear algo de Spanglish. De fondo suena el sample de un locutor de radio hablando español. En el video que acompaña al tema se recrea de manera exquisita (su cuidada factura hizo que fuera difundido por la MTV) la misma serie de tópicos: corridas de toros, sombreros charros, piñatas, comida picante... Pero también es sintomático el uso de decorados de cine y una escena en la que se nos muestra la filmación de una película (¿un western?). Y es que, como ya dijimos, la música de Wall of Vodoo no se entiende sin sus referencias al séptimo arte.
Pero el resto del disco tampoco tiene desperdicio. Desde el ritmo casi ska de la nuevaolera "Tomorrow", pasando por la balada electrónica al estilo de The Cars de "Lost Weekend" (con una letra cargada de amarga ironía) o el after-punk disonante de "Look At Their Way" o el homenaje al cine negro de "Spy World", hasta llegar al spaghetti western del tema que da título al disco, nos encontramos ante uno de los grandes álbumes del indie americano de los 80, incluso antes de que la etiqueta indie hubiera sido acuñada. Además The Call Of The West es una de las mejores muestras del sonido del desierto americano, quizá tan solo comparable al mejor material de Green On Red o de la saga Giant Sand/Calexico.
Stan Rigdway abandona pero la vida sigue
Ya en la época de "Dark Continent" y de "The Call Of The West" Stan había tenido roces con el resto del grupo. Según Ridgway alrededor de Wall Of Voodoo había demasiada droga y demasiado desmadre. También se quejaba del "management" de la banda y de la compañía de discos (la independente IRS, donde grababan R.E.M. y The Cramps). Así las cosas, tras la aparición de la banda en el segundo US Festival del 28 de mayo de 1983 Stan Ridgway junto con el percusionista Joe Nanini abandonaron la banda.
Stan siguió una carrera musical en solitario caracterizada por algún que otro éxito ocasional y por su participación en bandas sonoras de películas. Así en 1986 su tema "Camouflage" obtuvo cierto éxito llegando al top 5 de las listas británicas. También participó en bandas sonoras de largomettrajes como Rumble Fish de Francis Ford Coppola donde colabora con Stewart Copeland, el batería de The Police.
Por su parte, el resto de la banda sigue adelante a pesar del enorme vacío dejado por Ridgway. Chas T. Gray y Marc Moreland reclutan al vocalista Andy Prieboy de la banda nuevaolera de San Francisco Eye Protection e intentan rehacer la banda. Sin embargo la voz de Prieboy aun siendo buena no tiene la expresividad de la de Ridgeway. Y lo que es peor, Ridgway era responsable de buena parte de la vena innovadora y vanguardista de la banda y con la nueva formación Wall Of Voodoo suenan banstante más convencionales. Sin Stan Ridgway Wall Of Voddo no son como The Doors sin Jim Morrison o Creedence Clearwater Revival sin John Fogerty pero casi. Aun así facturaron un par de discos de estudio más y otro en vivo que se podrían calificar de dignos.... pero poco más.
En 1986 sale a la luz Seven Days in Sammystown, tercer disco de la banda. De él se sacó el single "Far Side of Crazy" un tema que inaugura una línea, como ya se ha dicho, mucho más convencional y radiable. Entre lo mejor del disco, además de la guitarra siempre interesante de Moreland, está la buena idea de versionear un clásico del country, "Dark As A Dungeon" de Merle Travis, así como alguna reminiscencia de la etapa "Dark Continent"/"The Call of the West" como el tema "Big City". Para el siguiente LP, Happy Planet, la banda buscó al productor de esa joya que es "The Call of the West", Richard Mazda, pero es muy sintomático que la canción más recordada fuera una versión, "Do It Again", de los Beach Boys para más señas. Tanto este disco como su antecesor al parecer tuvieron cierta difusión en Australia, lugar donde la banda grabó el último trabajo antes de disolverse, un directo llamado The Ugly Americans in Australia, disco que tiene como principal aliciente (aparte del esfuerzo de Priboy en imitar a Ridgway en los temas de la primera etapa de la banda) una versión en clave electrónica del "Pretty Boy Floyd" de Woody Guthrie.
El último álbum en directo Wall Of Voodoo fue publicado póstumamente. Wall Of Voodoo se disolvió en algún momento de 1988. Además en la pasada década dos de sus miembros, el batería de la etapa Ridgway Joe Nanini y el guitarra Marc Moreland, morían prematuramente. Con dos de sus miembros muertos parece que todo intento de recomponer la banda (como ya hiciera en 2006 Ridgway sin contar con los miembros originales supervivientes) parece condenado al fracaso.
Precursores del indie y del post-rock
No digo nada nuevo si afirmo que Wall Of Voodoo es un grupo que debería haber merecido más reconocimiento. Al menos por parte del público, porque la crítica especializada en rock alternativo nunca ha dejado de loar la originalidad de la banda. El caso es que Wall Of Voodoo dejó un rastro indeleble que siguieron otras bandas, especialmente cuando a finales de los 90 y a principio de la pasada década un buen número de combos de rock independiente se interesaron por el uso de la electrónica para hacer algo no orientado al consumo masivo y a la pista de baile. Por otra parte, fueron pioneros en inspirarse en bandas sonoras cinematográficas para hacer su música, un recurso que sería popularizado por grupos de post-rock como Stereolab y de lounge como Combustible Edison. Todo ello hace de Wall of Voodoo una auténtica "cult-band".
Un documento único: el último concierto de Wall of Voodoo con Stan Rigdway en el US Festival del 28/05/1983