Hoy no voy a hablar de ningún oscuro tesoro discográfico del que poca gente ha oído hablar. Hoy voy a hablar de un clásico de uno de los estilos del rock de los que soy fan y rindo tributo en este blog: el power pop. Se trata del álbum de debut de 20/20, de título homónimo, del año 1979, fecha cumbre para el género (también fue el año que salió el primer LP de The Knack y Present Tense de The Shoes).
Parece que Oklahoma era en los 70 un semillero de bandas del género porque a parte de los históricos Dwight Twilley Band, los 20/20 también procedían de allí, de la misma ciudad además (Tulsa). Y al igual que los primeros 20/20 también se mudaron a la soleada California, en concreto a Los Angeles. Desde allí parieron este torpedo de rock melódico al que no pusieron título siquiera. El disco comienza con una introducción llena de efectos especiales típicamente setentera que nos deja a las puertas de un tema clásico entre los clásicos, nada menos que "Yellow Pills", arquetipo del power pop de finales de los 70, con sus guitarras rasposas, sus melodías pegadizas y su sintetizador nuevaolero, marca de la casa. El tema, que hace referencia en su título a las píldoras antidepresiva, sirvió posteriormente de título a una de las mejores recopilaciones de power-pop que se puede echar uno a la cara, con cuatro volúmenes llenos de excelentes bandas de los 70, 80 y 90, entre ellas los 20/20.
Le sigue "Cheri", una bomba atómica pop que es una suerte de cruce entre la genialidad melódica de The Move y el descaro de Blondie. "Out Of This Time" tiene un toque algo más garajero y estoniano y un ritmo a lo "Rebel Rebel" de David Bowie aunque el sonido también recuerda a ciertos momentos de LIike Flies on Sherbert de Alex Chilton pero sin el caos que rodeó la grabación de este disco del de Memphis. Pero mucho más paradigmática es del rock melódico es "Tell Me Why", una canción que a buen seguro los Teenage Fanclub habrán escuchado más de una vez. Definitivamente, es uno de los momentos mas tiernos del disco. Y claro, tanta emotividad, tienen que ser seguida de una descarga de rock and roll en vena; y ahí está "Tonight We Fly" invocando tanto a los Flamin' Groovies como a Chuck Berry. Toda una píldora amarilla.
Pero si me obligaran a destacar una canción sobre las demás, tarea harto difícil porque son todas impecables, me decidiría por "Remember The Lightning". Con irresistible ritmo garajero a lo Bo Diddley y ese cierto aire de cow punk, conjuga melodía, sentimiento y energía en la proporción perfecta. Suena como The Gun Club suavizados por el pop luminoso de The Game Theory. Mucho más arquetípica del power pop es "She's An Obsession", un himno al exaltado amor adolescente con un estribillo irresistible. Si alguien se propusiera hacer la lista definitiva de las mejores canciones de amor del rock, ésta tendría que estar incluida, a ser posible cerca de "Big Brown Eyes" de The dB's. Y aquí no puedo dejar de pensar de nuevo en mis adorados Teenage Fanclub y en lo que deben a 20/20.
Algo más endurecida en los riffs de guitarra pero igualmente melódica y pegadiza es "Leaving Your World Behind", que suena como un derivado bubblegum de los New York Dolls. Aún más gamberra y despendolada es "Backyard Guys", que es el corte que más se acerca a lo más melódico del punk del 77 británico. En concreto, a un servidor le recuerda a los Clash y a los Buzzcocks.
Más atemporal y equilibrada suena "Jet Lag", un prodigio pop con guitarras hard que es quizá uno de los cortes mas elegantes del disco. Y para terminar, faltaba el guiño al surf rock sesentero con el tema "Action Now", un guiño, eso sí, discreto y adaptado a un power pop con conexiones nuevamente con el punk, pero esta vez el punk neoyorquino, en especial a los Hearbreakers de Johnny Thunders.
Y llegado a este punto sobran más palabras de elogio. Este disco es un clásico y los clásicos no hay que darles demasiada publicidad porque se publicitan a sí mismos.
Algo más endurecida en los riffs de guitarra pero igualmente melódica y pegadiza es "Leaving Your World Behind", que suena como un derivado bubblegum de los New York Dolls. Aún más gamberra y despendolada es "Backyard Guys", que es el corte que más se acerca a lo más melódico del punk del 77 británico. En concreto, a un servidor le recuerda a los Clash y a los Buzzcocks.
Y llegado a este punto sobran más palabras de elogio. Este disco es un clásico y los clásicos no hay que darles demasiada publicidad porque se publicitan a sí mismos.