lunes, 11 de junio de 2018

Y ROTA COMENZÓ A ROCANROLEAR

Paco Sánchez Múgica
La Voz del Sur, 03/06/2018


La cineasta Vanesa Benítez estrena 'Rota n' Roll', un documental que recoge la memoria personal y gráfica de la revolución social y cultural que supuso la llegada de unos 8.000 norteamericanos a la localidad tras abrir la base aeronaval


1953: Franco amarra la Dictadura gracias a dos acuerdos, el Concordato con el Vaticano y el Pacto de Madrid con Estados Unidos. 1955: España entra en las Naciones Unidas. 1956: Einsenhower, tras inaugurarse la base aeronaval de Rota, la más importante de Europa, envía un mensaje al pueblo español: “Paz, amistad y libertad”. El mensaje, que no puede ser más cínico en boca de una potencia mundial que se halla en ese momento librando la guerra de Vietnam y recabando apoyos de un país sometido a una negra represión dictatorial, se mezcla en el aire de este rincón gaditano con el Suspicious mind de Elvis o Good vibrations de los Beach Boys. La radio de la base de Rota no se inaugura hasta 1960, pero ya unos años antes “los americanos llegan dándolo todo, tirando dinero por el muelle”, recuerda un lugareño, 60 años después de aquel impacto. Es uno de las decenas de testimonios que se entremezclan en Rota n’ Roll, el documental de la realizadora sevillana Vanesa Benítez Zamora (Osuna, 1980) que retrata cómo a mediados del siglo XX, esta localidad marinera y campesina de la costa noroeste gaditana experimentó una revolución con el desembarco de más de 8.000 norteamericanos que llegaron para quedarse.

Los dólares, las pick up, los Levi’s, el Marlboro, las Harleys, los preservativos, las pizzas, el autocine… y la música, sobre todo la música, inundaban un pueblo que vivía precario y con el atraso de aquella España, con burros con serones por las calles y ausencia de casi todas esas cosas materiales que exportaba EEUU a través de la base, llena de polvorines y misiles. “La emisora de radio de la base era el gran tesoro en aire del pueblo. Los discos llegaban a la vez que llegaban a un tienda de Nueva York o de Chicago”, cuenta en el documental el escritor roteño Felipe Benítez Reyes, que publicaba El azar y viceversa, su última novela que precisamente recoge la atmósfera de esos contrastes y aquella historia de amor entre roteños y yankees, casi a la par que Benítez Zamora daba forma a su documental, cuyo estreno en salas se producirá desde este mes de junio tras poder verse en festivales de cine como el de Málaga.

A través de más de 300 entrevistas (muchas de ellas vía Skype, de madrugada, con ex militares que estuvieron destinados en Rota), la realizadora ha construido un relato documental que habla de historias de vida, de relaciones culturales y sociales, de gente como Antonio Domínguez Cisquero, un marinero de Rota que un día cambió los barcos pesqueros por los barcos de guerra, cuando una tarde de domingo de 1953 él y sus amigos fueron reclutados para iniciar la obra de lo que más tarde se convertiría en la Base Naval de Rota. “Cuando empezamos el documental —cuenta su autora a lavozdelsur.es— mucha gente en Rota no veía el interés, fíjate cómo tienen de normalizado convivir con esa cultura y con todo lo que trajeron los americanos; ellos veían raro el pueblo de al lado, no el hecho de hablar un inglés chapurreado o esos coches en las calles”.