Lucas Santomero
El rocksteady absorbía elementos del rhythm and blues estadounidense, pero los reinterpretaba con una identidad inequívocamente jamaicana.
A mediados de 1966, Jamaica encontró un nuevo ritmo para contar su realidad, más lento que el ska, más profundo en su groove y decisivo para el nacimiento del reggae: el rocksteady. Su nombre, un título un tanto particular, surgió de la pista de baile, una forma de moverse acorde a un clima social que empezaba a oscurecerse.
Aunque el pulso básico seguía siendo el del ska, el rocksteady introdujo cambios sustanciales. El bajo pasó al frente, adoptando líneas más pesadas y sincopadas. La guitarra rítmica y la batería desaceleraron el tempo, el piano cedió su lugar al órgano eléctrico y los vientos (protagonistas en el ska) fueron perdiendo peso hasta desaparecer en muchos casos. La música se volvió más austera y directa, y dejando más espacio para la voz y las letras.
Detrás de ese sonido emergente estuvo una nueva manera de pensar los arreglos. El guitarrista Lynn Taitt, trinitense radicado en Jamaica, introdujo la guitarra melódica que imitaba y reforzaba las líneas de bajo, mientras la batería empezaba a marcar con el golpe en el tercer tiempo del compás, el germen del posterior one drop. El rocksteady absorbía elementos del rhythm and blues estadounidense, pero los reinterpretaba con una identidad inequívocamente jamaicana.
El contexto social fue tan determinante como lo musical. Tras la independencia de la isla, en barrios como Trenchtown, Riverton City o Greenwich Town, la juventud enfrentaba pobreza, hacinamiento y falta de oportunidades. De allí surgió la figura del "rude boy": un joven marginal, desafiante, y muchas veces vinculado a la violencia callejera. El rocksteady empezó a narrar esas historias de peleas y conflictos con la ley, no siempre como glorificación, sino también como condena.
Aunque no existe un consenso absoluto sobre cuál fue el primer tema rocksteady, muchos señalan a Alton Ellis como figura clave, especialmente por "Girl I’ve Got a Date". Otros candidatos incluyen "Take It Easy" de Hopeton Lewis, "Tougher Than Tough" de Derrick Morgan o "Hold Them" de Roy Shirley. El productor Duke Reid, desde su sello Treasure Isle, fue fundamental para consolidar el estilo, trabajando con grupos como The Techniques, The Paragons, The Silvertones y The Jamaicans, y dando forma a un modelo vocal que sería central para el reggae.
El primer gran éxito internacional del rocksteady llegó con "Hold Me Tight" de Johnny Nash, que alcanzó el Top 5 tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, demostrando que aquel sonido nacido en los márgenes de Kingston podía cruzar fronteras. Sin embargo, la era rocksteady fue breve. A fines de los años 60, la migración de músicos clave para el género, los avances tecnológicos en los estudios y la evolución natural del lenguaje musical empujaron el sonido hacia una nueva estadía.
El bajo se volvió aún más complejo, los arreglos más sofisticados y la batería más precisa. Con el auge del movimiento rastafari a comienzos de los 70, las letras dejaron atrás el amor para abrazar la conciencia política, racial y espiritual. Así nació el reggae. Sin embargo, pese a su corta vida, el rocksteady tuvo un impacto innegable. Muchas de sus líneas de bajo siguen vivas en la música jamaicana contemporánea, y su influencia atraviesa décadas de reggae y dancehall.
