Abre el disco un blues sui generis, "Empty Box Blues", que solo tiene de blues el título ya que se trata de una alegre tonada pop-folk con unos coloridos arreglos de teclado y una letra desafiante en la que Kendra despliega una voz agridulce llena de arrogante desencanto.
El country y el blues se conjugan en "She's A Diamond", tema en el que Roback se luce con una aullante slide guitar y que también se incluye, aunque en una versión más eléctrica y pesada (con pedal wah wah incluido), en el LP Happy Nightmare Baby. Por su parte, en "My Only Friend", Roback opta por un finger-picking que parece invocar la vertiente más country de los Byrds mientras que la voz de Kendra Smith adquiere un tono deliciosamente angelical.
La psicodelia aparece por primera vez en el disco en "Grains Of Sand", que recuerda a la evocadora delicadeza del "Indian Summer" de los Doors. Sigue subiendo el nivel de acidez del disco y llegamos a "Brigit on Sunday", con ese riff de guitarra hipnótico (que Roback repetirá en algún tema de Mazzy Star, su proyecto musical posterior a Opal), esas slide guitars narcóticas y ese regusto a raga-rock a través del cual emerge la voz onírica de Kendra, como una Grace Slick de la era post-punk. A este crescendo psicodélico le pone pausa "Northern Line", otro genial guiño al country y al blues, esta vez recorrido por una abrasadora armónica que hace de contrapunto al tono escéptico y distante de la ex vocalista de The Dream Syndicate.
Con "Fell Fron The Sun" Opal nos vuelven a poner en órbita con unas guitarras ácidas venidas de otro planeta y un ritmo calmo de vals alienígena que recuerda a los primeros Pink Floyd de Syd Barrett y por supuesto a The Rain Parade (especialmente al tema "Prisoners" del mini LP Explosions In The Glass Palace), no en vano Roback era el guitarrista de los Parade. Pero es en "Lullabye" donde la psicodelia se explaya más en minutaje (algo más de 7 minutos) y en toques orientales de raga-rock que remiten al "The End" de los Doors. En este último tema por cierto, canta David Roback y la labor vocal de Kendra Smith se reduce a hacer coros.
Por el camino quedan un puñado de interesantes temas. "Harriet Brown" es una balada folk con una historia entrañable de una chica desaparecida sin dejar rastro. "All Souls" es un tema breve (apenas 2 minutos) que recuerda poderosamente al Syd Barrett más alucinado. Y la canción que cierra el disco, "Hear The Wind Blow" es, por así decirlo, el "All Tomorrow's Parties" con que se despiden Opal del oyente; de hecho, la voz de Kendra nos remite a la de Nico en aquel legendario primer LP de The Velvet Underground.
Opal: una joya caída del sol.