Nada que ver con su tocayo el cantante de Teenage Fanclub. El Norman Blake del que voy a escribir es norteamericano de Georgia y empezó su carrera musical a principio de los 70. Precisamente, Back Home In Sulphur Springs es su primer disco, un disco con un título que hace referencia a su lugar de nacimiento en el sur de los EE.UU. Habitualmente encasillado bajo la etiqueta de "bluegrass", Blake es un excelente guitarrista y mandolinista, extraordinariamente diestro con la púa plana, cuya música va más allá de dicha etiqueta. Es más exacto hablar más genéricamente de un músico de folk americano, aunque a veces haya hecho incursiones en campos adyacentes (por ejemplo, el rock acústico o, incluso, el folk rock ácido).
Back Home In Suphur Springs es una auténtica joya de la música acústica de raíces norteamericana. El virtuosismo con la púa de Blake (es único rasgando y punteando a la vez, de tal manera que parece que hay dos guitarras tocando) lo hace una pieza de folk inolvidable. Blake da un vigoroso repaso a tonadas tradicionales como "Little Joe", "Cattle In The Cane", "Bringing In The Georgia Mail", "Bully Of The Tow", "Done Gone", o "Spanish Fandango". En todas ellas la púa de Blake se desliza por las cuerdas como un consumado acróbata confiriendo a los temas una energía inusitada. Junto al virtuosismo a la guiatarra acústica de Blake hay que nombrar a otro gran músico, Tut Taylor, que se encarga de tocar el cuello de botella con su "dobro".
Pero además también el disco incluye un buen puñado de enormes temas propios. El más memorable de ellos es "Randall Collins", una historia de ambiente ferroviario en el sur de los EE.UU., tiene de aire de banda sonora de western con ese increíble martilleo en los bajos de la guitarra a la vez que suena un rasgado de ritmo inequívocamente vaquero. Otro tema memorable de los de cosecha propia es "Down Home Summertime Blues". En él se recrea el mejor blues folky con una slide guitar que quita el hipo. También brilla con luz propia las slides de "Ginseng Sullivan", otro tema evocador del costumbrismo de su querido sur.
Mención especial merece el instrumental "Warp Factor No. 9" porque incorpora toques de jazz y de folk rock psicodélico al bluegrass tradicional y justifica que tanto Norman Blake como su amigo el banjista John Hartford fueran tildados por los puristas del género como "baroque hillbillies". Lo dicho: algo más que virtuosismo bluegrass, aunque ya el virtuosismo de este "flatpicker" justificaría de sobra la escucha del disco.
Trío de ases: John Hartford, Norman Blake y Tut Taylor.