El disco es como la biblia de ese sonido que se suele etiquetar como dream pop o shoegaze, sedosas voces, guitarras envueltas en efectos de chorus y ambientes psicodélicos. El primer tema, "Feel", salta a los tímpanos del oyente casi sin pedir permiso de tal manera que la cálida voz de Harriet Wheeler prácticamente abre un tema sin introducción alguna. Y enseguida la música te transporta a un lugar paradisíaco lleno de sol y colorido. Es como el comienzo de la primavera tras un invierno duro y largo como el que hemos pasado recientemente. El feedback de la guitarra en la parte central de la canción no perturba esa agradabilísima sensación potenciada por coros femeninos a lo Cocteau Twins (uno de los grupos con los que se compara a The Sundays). "Goodbye" (nótese la sencillez en los títulos) es algo más rockero y el rasgueo de las guitarras recuerda a otro grupo con el que se le compara y con el que The Sundays mantenía una relación de amistad, nada menos que The Smiths. "Life & Soul", en cambio, es más calmada (no tiene percusión y es más acústica) y remite a pasajes ácidos de discos de los primeros Pink Floyd o de Syd Barrett en solitario. Ésta es la cara más psicodélica y oscura (si es que se puede emplear este adjectivo para calificar a un grupo que hace una música tan luminosa y agradable). La alegría y el colorido del jangle pop vuelve con "More" (otro título lacónico), una pieza soberbia, rebosante de sensibilidad y ensoñación. Una de los mejores momentos del LP, sin duda; perfecto para ser consumido en el soleado día de verano como una ensalada fresca.
Más influencia de los Cocteau Twins tiene el siguiente tema, titulado "On Earth", de ritmo algo más pausado y de angelicales armonías vocales. Ello demuestra que los 90 fueron más que pantalones con rotos, voces roncas y guitarras ruidosas. También influenciada por la psicodelia más luminosa "God Made Me" es un tema que me hace pensar enseguida en Galaxie 500 por la candencia y por el tratamiento de la guitarra rítmica. No obstante, mi favorita es la siguiente canción, también de escueto título, "Love", porque creo que resume las principales virtudes de este disco: luminosidad, delicadeza y armonía. Los riffs de guitarra a lo Johnny Marr, la esponjosa voz de Harriet, el ritmo juguetón, las subidas y las bajadas de volumen ponen a la sensibilidad de quien escucha el tema sobre una montaña rusa de sensaciones. La capacidad de evocar de la música de los Sundays llega aquí a su punto álgido. Un temazo.
Después del citado prodigio de sensibilidad The Sundays se proponen hacernos bailar con "What do you think?", un tema mucho más rítmico y repetitivo que los demás y que podría llenar perfectamente una pista de baile. A mí personalmente me hace pensar en algún disco de sus compatriotas, The Chameleons, una banda que no estaba muy alejada de los planteamientos musicales de The Sundays. Su antítesis es el tema que le sigue, "24 hours", más "ambient" y más atmosférico, en la onda de This Mortal Coil o incluso de The Durutti Column. El siguiente corte, "Blood on My Hands", tiene aires algo más bucólicos, seguramente a causa de esa guitarra acústica, un tanto folkie, que no está lejos de lo que ya empezaban a hacer por esa época los Cranberries de la malograda Dolores O'Riordan. En cualquier caso, otra deliciosa tonada rebosante de serena belleza. El penúltimo corte, "Medicine", por su parte es arquetípico del indie de los 90, con esa incisiva línea de bajo y esas subidas y bajadas del volumen... y es que el 92 fue un año clave en la ruidosa explosión grunge.
Por último, tenemos la mencionada versión del "Wild Horses" de los Rolling Stones, personalísima, pasada por el filtro del dream pop de los 90 con sus vaporosos efectos de chorus y sus sedosas armonías vocales; no en vano esta versión sirvió de base para otra versión del mismo tema a cargo de otra banda emblemática del género: Mazzy Star. Es posible que se le pueda achacar a este disco cierto monocromatismo estilístico pero no creo que haya un solo fan del dream pop que no se rinda ante la belleza de esta no por desgracia poco conocida joya del género.
Por último, tenemos la mencionada versión del "Wild Horses" de los Rolling Stones, personalísima, pasada por el filtro del dream pop de los 90 con sus vaporosos efectos de chorus y sus sedosas armonías vocales; no en vano esta versión sirvió de base para otra versión del mismo tema a cargo de otra banda emblemática del género: Mazzy Star. Es posible que se le pueda achacar a este disco cierto monocromatismo estilístico pero no creo que haya un solo fan del dream pop que no se rinda ante la belleza de esta no por desgracia poco conocida joya del género.