lunes, 28 de septiembre de 2015

WILCO. "STAR WARS" (2015). El genio de Jeff Tweedy aún no ha dicho su última palabra.


El pasado 16 de julio Tweedy y los suyos colgaron por sorpresa en su página web el último trabajo de Wilco. Se podía descargar gratuitamente para desgracia de la industria discográfica. No es la primera vez que hacen algo así; es un gesto muy de Tweedy. Y para colmo de desconcierto al álbum se le llamó Star Wars. También juega al despiste la portada (¿qué tiene que ver ese horriblemente convencional cuadro de un gato con La Guerra de las Galaxias?). A pesar los años Wilco no han perdido la capacidad de sorprender al oyente.

El álbum se abre con un extraño y disonante instrumental de no menos extraño título ("EKG", siglas con las que se llama al electrocardiograma en inglés) que descoloca a cualquiera. Me imagino por qué Jeff Tweedy ha hecho algo así: debe ser muy molesto que que los críticos confundan hacer temas melódicos con venderse al establishment musical y que te lo espeten en la cara a diario. "Si queríais ruido, tomad ruido", habrá pensado Tweedy. Tras esta estampida Wilco vuelven a hacer lo que hacen mejor, crear música memorable, intemporal y con mucho gancho, con un tema como "More..." (otro título desconcertante) que está traspasado por un pegadizo y stoniano riff de guitarra que da una pista sobre la fuente de inspiración del álbum: el rock de los 70 (el glam, el prog y el kraut particularmente). De hecho los 70 son una constante influencia en Wilco especialmente desde Sky Blue Sky (2007). Le sigue "Random Name Generator" donde las influencias de T. Rex y el glam rock británico (la voz de Tweedy recuerda poderosamente a la de Marc Bolan) se hacen más explícitas. Con "The joke Explained" Tweedy hace gala de su talento compositivo y prácticamente con el mismo riff de guitarra del tema anterior crea otro totalmente distinto algo más pop y más ligero.



Pero si la influencia del krautrock setentero aparece en un tema nítidamente es en el quinto corte "You Satellite". Ruidista y atmosférico, el tema hace guiños tanto a la Velvet Underground del segundo álbum como a Neu! y no habría desentonado si lo hubieran incluido New Order en su primer álbum. El tsunami de distorsión va subiendo in crescendo hasta lanzar un mensaje a los críticos tocapelotas: la trayectoria musical de Wilco dista mucho de haber derivado hacia el mainstream. Sin embargo, mi corte favorito es el sexto "Taste The Floor" porque si Wilco se mueve en un terreno como pez en el agua ese es el terreno del pop pegadizo y memorable, ése que lo escuchas una vez y ya no puedes dejar de escuchar hasta agotar la batería del reproductor de mp3.  Además recuerda mucho al ambiente mágico de Summerteeth, el álbum de Wilco que más me gusta.

Tweedy vuelve a hacer guiños al glam rock con "Pickled Ginger", un tema al que le añade unas gotas de electrónica descacharrada el estilo de ese primer legendario LP de Suicide. Entonces el sonido se vuelve a ablandar y Tweedy nos sume de nuevo esa tensión melodramática con "Where Do I Begin", un corte en el que el espiritu estrafalario de Tweedy reserva la base rítmica y los riffs de guitarra eléctrica justo al final de la canción, de tal manera que cuando el tema parece haber arrancado definitivamente ya está acabando.

Las dos líneas, la melódica y la ruidista parecen echar un pulso en el siguiente tema, "Cold Slope" con victoria de la vertiente rockera de nuevo imbuida del espíritu glam de T. Rex. Y aquí repite el truco Tweedy: el ritmo del corte noveno salta al décimo ("King Of You") para ponerse al servicio de una melodía absolutamente distinta. Y como colofón ese "Magnetized" guiña a los últimos Beatles, melódicos pero barroquizados por la influencia del rock progresivo. Todo ello demuestra que Wilco a estas alturas hacen lo que quieren sin pedir permiso a nadie y que el genio compositivo de Jeff Twedy no ha dicho aún su última palabra.