lunes, 28 de noviembre de 2016

THE JAYHAWKS. "PAGING MR. PROUST" (2016). Más cerca de los Beatles que de Gram Parsons


En una reciente entrevista concedida a la revista Jot Down Gary Louris ya advertía que tenía la convicción de que su último disco era un gran disco. Y es cierto el último disco de los Jayhawks es un gran álbum, un álbum que está más cerca del indie pop que del rock de raíces que practicaban cuando Mark Olson estaba en la banda pero un gran álbum al fin y al cabo.



Desde el primer tema Louris da muestra del delicado trabajo que ha hecho con la melodía en el disco. "Quite Corners & Empty Spaces" es un himno pop pegadizo y memorable y una de los temas más destacables de este "Paging Mr. Proust". Estratégicamente colocada después de tanta dulzura "Lost Summer" es un trallazo de power pop con un ritmo endiabladamente bailable y unas guitarras cargadas de distorsión. Pero ese artesano de la melodía luminosa que es Gary Louris no puede alejarse demasiado de las esencias beatleianas y nos espeta en la cara un delicioso "Lovers of the Sun", para el que esto escribe la mejor canción del álbum. Con un bucólico riff arpegiado y unos sedosos coros femeninos el tema conjura al mejor sunshine pop californiano con un puente digno del mismísimo tándem Lennon-Mcartney. Una joya.


Y por si fuera poco Louris seguidamente nos descerraja otro prodigio de sensibilidad llamado "Pretty Roses in Your Hair" que es quizá la canción que más reminiscencias tenga de aquel country rock del mítico LP Tomorrow the Green Grass. El trabajo de Gary a la guitarra solista, por cierto, es tan impecable como el de los viejos tiempos. Y todo ello con un fondo de discreta electrónica y un final con repique de campanas. Sobresaliente. Le sucede "Leaving the Monsters Behind" y aquí ya vemos otra faceta de los nuevos Jayhaws más cercanos al indie que al roots rock, lo que hace pensar que su evolución no ha sido muy distints de otros grupos de su generación y espacio geográfico como Uncle Tupelo/Wilco, con quienes por otra parte les unen estrechos lazos de amistad.

Otro hito del disco es "Isabel's Daughter" otra joya pop esta vez de inspiración británica. Pocas veces han estado los de Minnesota tan cerca de los Beatles. No creo que sea exagerar decir que la canción la podría haber firmado perfectamente Paul Mcartney. A este prodigio de sensibilidad le sigue una pieza algo más bailable con un aire jazzy, "Ace", en la que Louris se explaya haciendo vomitar acoples y distorsión a su guitarra. Esta es la parte más experimental del disco.

Pero, francamente, los Jayhawks son un grupo pop por encima de todo y canciones como la siguiente "The Devil's in Her Eyes" dan prueba de ello. Este es otro temazo con un estribillo, unas armonías vocales y una guitarra solista que quitan el hipo. Muy distinta es "Comeback Kids" donde Louris y los suyos vuelven a situarse más cerca del indie británico de tal manera que recuerda a cosas tan poco "retro" como Franz Ferdinand o Pulp. Y ya puestos a hacer bailar al oyente, Gary suelta otro cañonazo de power pop llamado "Dust of Long-Dead Stars" que viene a hacer de contrapunto de los cortes más melancólicos del disco.



Aún queda dos cortes: uno es un guiño a la psicodelia sesentera llamado "Lies in Black & White", con una guitarra acústica funcionando de rítmica absolutamente genial que recuerda a los mejores REM y una armónica muy sugerente; el otro tema, también dominado por una exquisita guitarra acústica remite muy claramente a los Big Star del primer LP. Y con ello se cierra de manera magistral un álbum que ya advirtió Gary Louris no era simplemente un disco más. Y qué razón tenía.