Solo hay que fijarse en la decoración del fondo de este blog, en el título y el subtítulo, para darse cuenta de que la psicodelia es uno de los estilos favoritos de la casa. Y partiendo de esta premisa, no pude más que quitarme el sombrero ante este LP, publicado el mes pasado y enseguida difundido al completo por youTube (¡gracias!). Se trata del segundo álbum de un joven grupo australiano que contribuye a revitalizar el género. Y de una manera que sorprende, por la frescura y la redondez de sus temas.
La canción que abre el disco, de título bastante gráfico, es un guiño no solo a ese mago de la psicodelia británica que fue Syd Barrett sino también al sonido Canterbury en concreto a Caravan (sobre todo los del primer álbum, algo más psicodélico que progresivo). Lo más hipnótico del tema a parte de los vistosos trémolos y glissandos de los teclados es ese bajo que bombea magia a lo largo de todo el tema y que es lo que más me recuerda al sonido Canterbury. Impresionante. Pero si eso no ha sobrecogido al oyente ahí está el segundo tema "Supermoon" (hermoso nombre) un pildorazo psicodélico que rezuma cornezuelo de centeno por todos los poros. El vídeo, por cierto, que acompaña al tema tiene una fotografía y una puesta en escena magnífica y es un prodigio visual de luz color y movimiento. Las referencias a la contracultura de los 60 son evidentes.
El álbum prosigue con un tema, "Gladly", algo más bluesy y hendrixiano aunque suavizado por la voz de Angus Dowling y los coros de sus compinches. También tiene tintes de blues ácido "Darby And Joan", donde la voz de Dowling suena más aguda y melosa. Pero es con el siguiente corte "Eureka" cuando el Lp vuelve a alcanzar otro punto álgido. Con la adición de un sitar, percusión exótica y una flauta travesera y arreglos de funky setentero con pedales wah-wah, los Babe Rainbow lo bordan. Y para seguir rindiendo homenaje a ese hipnótico instrumento de cuerda indio se incluye un corte de solo de sitar llamado "Alan Chadwick's Garden" que suena de lo más enigmático.
Otro punto culminante del disco es el maravilloso "Cool Cat Vibe", en el que los australianos con una letra minimalista ("Cool Cat Vibe / Yeah yeah yeah") se trabajan un tema espléndido, tan mágico como pegadizo, que a un servidor le recuerda a Strawberry Alarm Clock. También es bastante lacónico en cuanto a letra el siguiente tema "Bella Luna", sin embargo la mezcla de soul y psicodélica hace que, cuando se acaba, sepa a poco. A destacar los certeros arreglos de flauta travesera que recuerdan algún tema de Love. Por su parte "2nd of April" es un instrumental de guitarra acústica que suena a ratos a psicodelia, a ratos a folk y a country/blues e incluso, en ciertos fragmentos, a flamenco. Una muestra de lo variado de las influencias de la banda. También resulta deliciosa "Running Back", donde remiten a la manera de concebir el folk ácido de mis queridos Beachwood Sparks. Y finalmente el LP se cierra con la soleada tonada entre el rag y el swing (a mí me recuerda al inmortal "Daydream" de los Lovin' Spoonful) que deja la mente del oyente inundada de sunshine pop del bueno. Una delicia de álbum que ayuda a combatir el aburrimiento y la soledad si te toca, como al que esto escribe, pasar el mes de agosto en la ciudad.