jueves, 2 de junio de 2016

FELT, LA ÚLTIMA MORADA DEL ARCA

Ricardo Aldarondo
Rockdelux, nº 167 (septiembre, 1990)

Con el fin de los ochenta, Felt pasó a mejor vida. Lawrence, su alma mater, tras diez años y diez elepés a sus espaldas, paró la marcha del grupo: propuestas etéreas, paisajes líricos, melodías conseguidas… Ricardo Aldarondo se despidió con el pañuelo en la mano y con “Bubblegum Perfume” (1990), el recopilatorio de su etapa en Creation, en el plato… Un artículo para la historia de uno de los grupos más prestigiosos y de culto del pop británico. Ofrecemos también imágenes (míticas) con dos canciones de su concierto en Barcelona en 1985 para el programa de TV3 'Estoc de Pop'.


SEPARACIÓN

En noviembre de 1989 Felt anunciaron su separación, al tiempo que editaban un último álbum, “Me And A Monkey On The Moon”, y realizaban unas actuaciones de despedida. La única razón dada parecía un poco caprichosa. Lawrence consideraba que ya había cumplido sus planes, editando diez elepés en diez años, y que era momento de dar un giro. Una decisión inesperada, teniendo en cuenta que aunque la suerte nunca les había sonreído, y no habían llegado a conseguir un éxito mínimamente reseñable, contaban por lo menos con un nutrido número de fieles, seguidores y devotos. Ni siquiera la inspiración se veía agotada, toda vez que sus últimos discos iban superando siempre las excelencias del anterior. Una sorpresa para quienes conocíamos una declaración de Lawrence a la televisión británica: “Haré treinta elepés y luego me retiraré”.

DÉCADA

“Hay ciertas cosas que debo decir antes de irme / y deberías saber / he caminado por el filo de la navaja hasta caer en la punta de un cuchillo / y digo que es una buena mañana / un nuevo día va a nacer / … / camina por la senda que he trazado para esta nueva década / sígueme hacia los noventa” (“New Day Dawning”). El cambio de década ha hecho mella en los planes de Lawrence y parece que se siente obligado a cambiar de vida, olvidándose de la timidez y del carácter introvertido que hasta ahora ha manejado y fomentado. Su nueva apertura es imprevisible. Aún no ha anunciado si se trata de un cambio estrictamente musical o si se dedicará a algo distinto. En 1986 dijo: “Siento que a los treinta seré famoso”. Ya ha cumplido los veintinueve. El disco más reciente se anuncia como “el último gran álbum de la década”.

AUTOBIOGRAFÍA

“Cuando era un chaval un hombre me tocó / creyó que era una niña / porque era tan bello… / Me llevó a su casa y metió su mano en mi camisa” (“Budgie Jacket”). Si hacemos caso a Lawrence cuando dice que no sabe mentir y que nunca miente en sus canciones, el último álbum de Felt es como un repaso a la situación actual del líder del grupo y un muestrario de detalles autobiográficos. En esos textos están algunas claves de ese cambio en su vida que anuncia y el estilo del álbum es una amalgama de las diferentes tendencias del grupo. Toda la esencia concentrada en lo que puede ser su mejor disco, aunque la elección sea difícil.

ADOLESCENTE

“Mi edad favorita es los 16. Cuando tenga sesenta años seguiré siendo joven. Seré un verdadero tipo Warhol”. El gran problema de Lawrence desde que dejó la adolescencia ha tenido mucho que ver con el crecimiento y su intento de llegar a ser algo. En sus canciones y en su actitud reservada hay un punto de frustración por no conseguir nunca ser lo que quiere ser. Cuando tenía dieciséis años (su cara no ha cambiado mucho desde entonces) dejó el colegio y fue casi punk. Quedó fascinado por gente como Subway Sect. Vic Godard era su ídolo y adoraba a Television. En 1979 formó en Birmingham su propio grupo junto a un hábil guitarrista, Maurice Deebank. Se autofinanciaron el primer single, “Index”, del que editaron 500 copias, que tardaron un año en vender. Luego consiguieron entrar en el entonces primerizo sello independiente Cherry Red, que les produjo el álbum de debut, “Crumbling The Antiseptic Beauty” (1982). Una guitarra rítmica, un punteo virtuoso y cristalino y unos secos tambores apoyaban el primitivismo de la voz y la composición. Calificados de etéreos y sensibles, fueron rápidamente comparados con The Durutti Column. Lawrence no permitía que su apellido figurara en los créditos. No quería saber nada de sus padres.


AMIGO 

“Quizá vaya a ver un viejo amigo / que no he visto en muchos años / Solíamos hacer canciones / teníamos nuestra propia banda / no le gustaba demasiado / así que se fue / pero yo sigo aquí / y ya es  momento de echar una mirada a mí mismo / de saltar de la balda / y llenarse de polvo / incluso  algo más” (“Free”). En su recapitulación actual, Lawrence recuerda los años pasados con Maurice (1979-1985), antes de que este dejara Felt. Fue toda una etapa en la que las limpias y largas evoluciones sobre el mástil de Maurice fueron dejando paso a una concepción más clásica del pop perpetrada por Lawrence, y los amplios desarrollos marcados por el punteo se vieron desplazados por la presencia de los textos. Una modélica concepción del pop consiguió pequeñas maravillas como “Caspian Sea” o “Sunlight Bathed The Golden Glow”, que solo necesitaban poco más de dos minutos para mostrar su esplendor.

IMITACIÓN

“Trabajar en una tienda es un callejón sin salida / Lo dejé después de ocho semanas / en parte porque venía detrás de mí un tren a gran velocidad / Era la nueva ola de New York City, Verlaine-Hell” (“Mobile Shack”). Tom Verlaine y Lou Reed han sido dos de los modelos de Lawrence desde sus comienzos. El tercero sería Bob Dylan. Nunca ha querido disimular sus fuentes, y su forma de cantar puede parecer una imitación de cualquiera de los tres, según el momento. En los primeros tiempos, por el tono monótono, recordaba a Reed, ahora se asemeja más a Dylan por los dejes finales. Verlaine siempre ha estado ahí. Es igual, no tiene ninguna importancia. Una vez que se le conoce bien se descubre que Lawrence es único y puede codearse con todos ellos sin rubor. Tras la frialdad aparente hay un modo de cantar absolutamente pasional que crea unas melodías arrebatadoras. This is pop. Recio, bello y emocionante.

TECLADOS

El último disco con Maurice Deebank fue “Ignite The Seven Cannons” (1985). En él estaba por primera vez Martin Duffy, un teclista que marcó la segunda etapa del grupo y contribuyó a hacer de los seis últimos elepés algo muy cercano a las obras maestras. En un principio solo utilizaba un órgano Hammond, que tocaba con la misma emoción que Al Kooper, con lo que todo el mundo se limitaba a decir con desprecio que Felt intentaban repetir sin éxito el “Blonde On Blonde”. Desde luego muchas de las canciones quedarían perfectas dentro de esa joya, pero más por su calidad que por su estilo. En los dos últimos años da la impresión de que Duffy se ha dedicado a comprar teclados anticuados que ya nadie quiere. En “Train Above The City” (1988) basó todo su trabajo en un Fender Rhodes, y en “Me And A Monkey On The Moon” (1989) utiliza repetidamente un ARP String Ensemble que da al disco un toque sesentero a lo Keith Emerson. Una sabia utilización, nada nostálgica ni desfasada, de unos sonidos que los amantes de las nuevas tecnologías desprecian.

GRUPO

El concepto de grupo en Felt es bien particular. Siendo Lawrence el fundador y claro líder de la banda, no hay ninguna objeción para que algunos músicos editen cosas propias como si fueran de todos. En “Train Above The City” están Duffy y el fiel batería Gary Ainge, presente desde el primer elepé, mientras Lawrence se limita a poner títulos a las canciones. Lo mismo ocurre con otros temas instrumentales, al tiempo que Lawrence y Duffy lo hacen prácticamente todo en “The Final Resting Of The Ark” o “Space Blues”.

INSTRUMENTALES

Un formato muy querido por Felt. Diez breves composiciones de espíritu naíf dan forma a “Let The Snakes Crinkle Their Heads To Death” (1986). Una mezcla de jazz ligero y pianos vaporosos con cierto sabor camp ocuparon toda la segunda cara de “The Pictorial Jackson Review” (1988) y la totalidad de “Train Above The City”. Intimidades sin voz de aspecto intrascendente, pero con alto valor emocional.

TÍTULOS

Toda una especialidad de Lawrence, que le ha costado ser calificado de pretencioso y rebuscado. Él se defiende diciendo que odia la poesía, que no es un intelectual, porque ni siquiera terminó los estudios de adolescente, y elige esos títulos simplemente porque quedan bonito. “La luz del sol bañó el guante”, “No hay nada como la victoria”, “Toda la gente que me gusta está muerta” y “Horas de oscuridad han cambiado mi mente” son solo ejemplos de la elegancia con que titula sus canciones.



SOLOS

Los largos punteos de guitarra son otra constante en Felt. Sin ningún tipo de espectacularidad, las melodías se estiran sobre las cuerdas y amplían hasta los siete u ocho minutos canciones como “The Stagnant Pool”, “Riding On The Equator” o “New Day Dawning”. Un plácido déjà vu entre sonoridades envolventes.

OSCURIDAD

“Las sombras que están cayendo / son simples ángeles llamando / las sombras de la tarde dicen que algo tiene que cambiar / la forma en que vives / esta nube de oscuridad tiene que desaparecer” (“Down An August Path”). “Yo seré la primera persona de la historia en morir de aburrimiento” (“Declaration”). Lawrence tiene fama de ser distante, seco y un punto intratable. Sus letras reflejan frecuentemente lánguidos estados de ánimo, insatisfacciones variadas a las que el autor nunca consigue enfrentarse. Él dice que es mucho más normal y accesible de lo que parece, pero al mismo tiempo fomenta su aura de misterio y hastío, su carácter de soñador insaciable.



STAR

“No pararé hasta conseguir lo que quiero / algunos dicen que es honestidad / pero yo pienso que es solo avaricia” (“Caspian Sea”). “Yo iba a ser como la realeza / yo iba a llegar al trono / Yo iba a ser toda una personalidad / iba a ser muy conocido / No sé qué es lo que fue mal” (“How Spook Got Her Man”). Lawrence no se cansa de repetir que le gustaría ser famoso, que no tiene ningún interés en que su música quede reducida a un gueto, y sueña con convertirse en una verdadera estrella. Pero el caso de Felt es otro ejemplo, aun mucho más extremo que el de Elvis Costello o XTC, de luminarias del pop que no consiguen unas cifras de venta decentes por mucho que sus canciones sean digeribles, atractivas y sobre todo personales. Claro que el chico tampoco ha puesto mucho de su parte hasta el momento. En directo permanece absolutamente estático y es raro que dirija una palabra o una sonrisa al público.

DESAMORES

“Tú con tu sabiduría lo arruinaste todo / … / Yo no soy tu Jesús, así que bájate de mi cruz” (“A Wave Crashed On Rocks”). “No estoy impresionado por la vida que llevas / tu inocencia seguro que te hará caer / es un milagro que no seas cínica / tu mente es como un solar vacío preparado para el alquiler” (“She Lives By The Castle”). “Casi lloré cuando me mentiste / me pillaste desprevenido / la mirada de tus ojos no me enloquecerá nunca más” (“I Can’t Make Love To You Anymore”). Solo algunos ejemplos de lo hiriente que puede ser Lawrence hablando de relaciones. Con la mayor dulzura canta frases llenas de acusaciones y autocompasión.

INDEPENDENCIA

Cuatro álbumes con Cherry Red, cinco con Creation y el último con el sello él. Siempre independientes, quizá por vocación, quizá porque en otro lado no hubieran podido controlar el cuidado diseño de las portadas, con esas fotos neblinosas, ese papel de empapelar, esas caras fragmentadas, esa vacía blancura.

ASTRONAUTA

Dicen que Lawrence quería ser astronauta antes de dedicarse al pop. Después de citar el espacio en “Space Blues”, incluyó al final de “Mobile Shack” la siguiente frase: “Voy a salir de esta década en una nave espacial”. Quizá sea una clave para entender lo que va a hacer en el futuro.

COMPAÑEROS

Pocos han sido los músicos afamados que han trabajado con Felt. Robin Guthrie produjo “Ignite The Seven Cannons” mientras Elizabeth Fraser, su acompañante en Cocteau Twins, cantaba en “Primitive Painters”. Mark E. Smith se interesó por el grupo, pero no pasó de conseguirles algunas actuaciones. Tom Verlaine escuchó sin demasiadas ganas alguna cinta y se negó a producirles. En “Me And A Monkey On The Moon” toca el bajo Robert Young, el guitarrista de Primal Scream, y hace voces Pete Astor, de The Weather Prophets. Este disco está producido por el líder de The Sound, Adrian Borland. John A. Rivers y Mayo Thompson también han ejercido de productores y algunos de los músicos que han ayudado esporádicamente son Marco Thomas, Richard Left, John Mohan, Mick Bund, Neil Scott y Rose McDowall.





RECONOCIMIENTO

Queda la esperanza de que con la separación y el recuento de la década se ponga en su sitio a Felt. Al menos una docena de canciones sueltas y un par de álbumes completos son totalmente imprescindibles para valorar el pop británico de estos diez años.  

ELEPÉS

1.   “Crumbling The Antiseptic Beauty” (febrero 1982)
2.   “The Splendour Of Fear” (febrero 1984)
3.    “The Strange Idols Pattern And Other Short Stories” (octubre 1984)
4.    “Ignite The Seven Cannons” (septiembre 1985)
5.    “Let The Snakes Crinkle Their Heads To Death” (junio 1986)
6.    “Forever Breathes The Lonely Word” (septiembre 1986)
7.    “Poem Of The River” (junio 1987)
8.    “The Pictorial Jackson Review” (febrero 1988)
9.    “Train Above The City” (septiembre 1988)
10.  “Me And A Monkey On The Moon” (diciembre 1989)

* 1 y 2: publicados en España por PDI.
* 7, 8 y 9: publicados en España por GASA.