Fue acordarme de este magnífico disco de la segunda mitad de los 80, volver a escucharlo y buscar en Internet qué había sido de la banda y enterarme del fallecimiento de su líder y cantante Pat Dinizio. Fue el pasado 12 de diciembre. Al parecer Dinizio ya arrastraba serios problemas de salud cuando una caída agravó su estado. Ahora no puedo por menos que escribir algo sobre este LP, para de paso rendir un pequeño homenaje a Pat.
Era el año 86 cuando salió este disco. Era una época en la que el rock gótico y los sonidos robóticos procedentes de las Islas Británicas estaban empezando a pasar de moda. El Nuevo Rock Americano pegaba fuerte (Dream Syndicate, Long Ryders, Green On Red, Gun Club, Violent Femmes, Los Lobos, etc.) y a los Smithreens se les intentó meter en el mismo saco. Pero, en realidad el Paisley Underground era una escena musical del suroeste de EE.UU. y los Smithereens eran casi de la otra esquina del país, de New Jersey, del noroeste. Sus pintas, unos tipos normales como los que se puede encontrar en cualquier barrio obrero de cualquier gran urbe, tampoco tenía que ver con los flequillos lacios, los botines relucientes y las camisas de amebas. Y, lo más importante, su música debía más al power pop que a la psicodelia o al garaje. Por esa época yo prestaba más atención a la escena de Los Ángeles, sin embargo una persona muy allegada a mí adquirió este disco. Sus canciones me parecieron impecables. Y no solo me lo parecieron a mí. Incluso llegaron a colocar un hit en las radios comerciales, la inolvidable "Blood And Roses". Bien es verdad que fueron tan solo unos minutos de gloria que no se volverían a repetir, pero para un grupo de sus características era toda una hazaña.
El disco es una equilibrada mezcla de influencias de los años 60 y 70. Para empezar la influencia del Mersey Beat y de los cinco de Liverpool se refleja sobre todo en los tres primeros temas que del disco "Strangers When We Meet", "Listen To Me Girl" y "Groovy Tuesday". Guitarras cantarinas, armonías vocales luminosas y estribillos que se pegan al cerebro como el chicle. "Cigarette", sin embargo es más crepuscular, con esas acústicas inspiradas en el folk ácido de la costa oeste americana y ese acordeón que le da un cierto aire western, fronterizo, más cercano al mencionado Nuevo Rock Americano. También en esa línea melancólica, "In A Lonely Place", con la colaboración en los coros de Suzanne Vega, consiguió captar la atención del gran público y de hecho salió como segundo single del LP. También persiste la influencia beateliana en "Time And Time Again", pero igualmente hay un importante guiño a Roy Orbison en el riff, que se asemeja al de "Pretty Woman".
Por otra parte, tenemos la influencia sixties americana. Esto se ve en "I Don't Want To Lose You", "Crazy Mix-Up Kid" y "Hand of Glory", con una clara influencia del folk-pop-country de los Byrds (especialmente patente en el primer tema, que acaba calcando el punteo de "Feel A Whole Lot Better"). En esa línea también, aunque más atmosférico, está "Alone At Midnight". Y por último tenemos la influencia del surf-rock en el cover de Dick Dale, "Mr Eliminator", que cierra como bonus track la versión CD.
La influencia setentera y power pop se nota sobre todo en tras trallazos de electricida melódica como son "Behind The Wall Of Sleep", "White Castle Blues" y, sobre todo, en su celebrado "Blood And Roses", tema eterno de una banda de tipos normales de New Jersey que por un momento tocaron el cielo con ambas manos. Descanse en paz Pat Dinizio.