Jesús Sanz Morales
Plásticos y decibelios, 10/08/2019
El gran John Sebastian, más conocido como fundador de The Lovin’ Spoonful, fu el maravilloso creador de «Summer in The City». Y su otra proeza fue cuando hizo una aparición memorable, aunque no programada en el Festival de Woodstock. Había estado en el festival como espectador, pero se le pidió que apareciera cuando los organizadores de repente necesitaban un artista acústico después de una lluvia.
Sin lugar a dudas, «Summer in The City», una de las mejores canciones sobre el verano escritas jamás, llegaba en 1966 al número uno de la lista de singles de Estados Unidos, la única ocasión en que The Lovin´ Spoonful lo consiguieron. Fue el sexto single que les publicó el sello Kama Sutra, y parte de su cuarto LP, «Hums of The Lovin´ Spoonful» que también fue nº 1 tres semanas.
Una maravillosa composición de John Sebastian, Mark Sebastian y Steve Boone que ha conocido versiones de Quincy Jones, Joe Cocker o Isaac Hayes.
En verano de 1966, una ola de calor hirvió la ciudad de Nueva York a las temperaturas más altas registradas desde 1869, el año en que los datos meteorológicos comenzaron a recopilarse de manera consistente. Durante 34 días fue de 90 grados Fahrenheit o más. Fue el momento en que «Summer in the City» de Lovin’ Spoonful escaló las listas de éxito hasta el número 1, asegurando a los oyentes que «a pesar del calor, todo irá bien».
El tema lo cantó y coescribió el líder John Sebastian, sobre una idea concebida por su hermano menor, Mark Sebastian, cuando solo tenía 14 años. El bajista, Steve Boone, contribuyó con el memorable interludio instrumental. El cuarteto lo completaban el guitarrista Zal Yanovsky y el batería Joe Butler.
The Lovin´ Spoonful ya habían tenido éxitos en single como «Do You Believe In Magic?» y «Daydream», y habían lanzado tres buenos álbumes, pero un buen día Mark apareció con una frase que intrigó a su hermano John B.: «ciudad caliente, verano en la ciudad…». El joven Mark fue el principio de todo.
La canción además presentaba una serie de ruidos en el puente instrumental, bocinas de coche – de un Volkswagen Beetle, entre otros- y termina con un sonido de martillo neumático para generar la impresión de los sonidos del verano en la ciudad.
Según el productor del tema, Erik Jacobsen, fue el fabuloso ingeniero de sonido de Columbia, Roy Halee, quién metío los efectos de sonido de martillo y tráfico y fue responsable del grandioso «fade out» final.
Cuando terminaron de grabarla, estaban entusiasmados. Todos apreciaron su increíble potencial como single.
Steve Boone ha afirmado que hasta «Summer in the City», no fueron aceptados de todo corazón por la escena del rock, y Joe Butler recuerda que fueron ellos quienes tocaron sus propios instrumentos, no valiéndose de la Wrecking Crew como si hicieron los Byrds y los Beach Boys.
«Esa canción cambió todo. Teníamos credibilidad en la calle. También fue realmente el final de Spoonful, el punto de inflexión. A partir de ese momento, hubo un pequeño agujero por donde el globo comenzó a gotear», recuerda Boone.
Para el escritor y periodista musical Jon Savage, «Summer in the City» es «casi una pieza de vanguardia, con ese piano tartamudo, los ruidos de la ciudad en medio. Es un disco arriesgado, no un disco pacífico»