Magic Pop, 17/05/2020
Pocos géneros musicales dan tanto como el country para que cierto tipo de crítica sea un compendio de tópicos, al final prescindibles, en base a supuestos conocimientos sobre las D.O. Como el blues, el flamenco y otros estilos que acumulan acérrimos defensores de la pureza y la ortodoxia, la música americana de raíz también carga con mochilas llenas de prejuicios. Por regla general, las fusiones o bien las hace nuestro genio de cabecera o suelen estar mal vistas, incluso consideradas aventuras menores sin más. En el caso de la llamada “country cosmic” cabe la posibilidad de que el experto se fije en cuánto hay de Bakersfield Sound en detrimento del Nashville Sound. Nada que objetar pero me pregunto: ¿Qué es realmente lo importante en un disco, sea de country o de psicodelia, una mezcla de ambas o de lo que sea?. Efectivamente, las canciones como diría nuestro amigo Pedro Vizcaíno que con su sello discográfico You are The Cosmos nos propone este 2020 una auténtica maravilla de álbum firmado por los californianos Sunset Canyoneers. A veces, creo que no somos capaces de conformarnos con lo evidente, es decir, que estamos ante un álbum de bonitas melodías. No nos basta y rebuscamos en el cajón de las herramientas alguna llave, que nosotros creemos especial, para ajustar criterios y acabamos por afear, por poco que sea, un trabajo que merece ser disfrutado tal cual sin complicarse tanto la vida con referencias de enciclopedia. Así que si nos acompañas por este viaje de libertad periodística, vamos a intentar explicar los sentimientos de placer absoluto que nos transmite este álbum de debut con título homónimo.
Trayectoria
Sunset Canyoneers son una banda de Oakland, California, creada por sus Jeremy Powers, cantante y guitarrista, y William Duke, cantante y bajo, más el guitarrista Ian Robertson y el batería John Kontogianis. Sus componentes han pasado por bandas como Jolly, The Bye Bye Blackbirds, Red Planet, o The Happy Regrets. Para este disco han contado con la colaboración de Tom Heyman al pedal steel, y de forma puntual a Adam Symons a la batería y eléctrica, Richard da Motta a la eléctrica, y James Neil al piano. Grabado en los Familiar Studios de Oakdale (California) con Adam Symons y Williams Duke como ingenieros, fue mezclado por Symons y masterizado por Justin Weis en Trakwork. El diseño caleidoscópico con la rosa del desierto es de Bill Zindel. Ha sido editado por You are The Cosmos en vinilo 12″ a 45 rpm.
Las canciones
El disco se abre con “High In the Sky” con su precioso juego melódico, mediante ese pedal steel aportando sonoridades envolventes entre fraseos encantadores, arropando a las voces, sustentados por una sección rítmica perfecta más suculentas aportaciones solistas de guitarra. Un tema que invita a soñar y a dejarse llevar por este sublime disco. Continúa con “Alcohol in a Gamblin’ Town”, corte que deambula con serenidad entre punteos de guitarra, ritmos bien templados y voces a coro desgranando, mediante arreglos apasionantes, otra bonita melodía a la que añaden otro exquisito solo de guitarra. Le sucede “As Far As I Can Tell” con detalles de powerpop, y su magnífico juego de guitarras, poderoso solo incluido, dando cobertura a la voz principal auxiliada por una sección rítmica consistente. Acaba la cara con “Junk #1” en la que añaden detalles de Mellotron y teclados para conformar un corte envolvente que te transportará a otra realidad con sus punteos de guitarra y sus voces estratosféricas.
La cara B arranca con “Spirits” con, de nuevo, la presencia de pedal steel aportando los matices más enraizados al country cósmico. Un tema de vocación pop con ambiente espiritual, a la que añaden una marcada batería y bajo, más aportaciones generosas de las guitarras. A continuación oímos “Los Angeles” a medio camino del pop poderoso y la música americana de raíz con secuencias de guitarras, coros, y solos muy bien hilvanados, conformando un tema sumamente emotivo repleto de matices, cambios de tempo, y juegos instrumentales psicodélicos. El siguiente tema se titula “Bluejay” y en él nos atraen a su peculiar mundo en el que caben estilos complementarios que van de lo lisérgico a lo visceral, siempre con ejecuciones penetrantes a base de poderosos batería y bajo, guitarras imperturbables, Mellotron atmosférico, y voces entregadas. Van acabando con “Half Past One” donde añaden notas largas de Hammond a una fascinante instrumentación propia del salvaje oeste, tamizada con guitarras juguetonas dialogando con voces no menos imbatibles. Se cierra el álbum con “Dontcha Go Talkin’” con las últimas excelencias en vivo de este álbum que se nos hace irremediablemente corto. De nuevo, guitarras eléctricas y acústicas avanzan con prestancia de la mano de la voz principal perfilando otra maravilla de canción en la que añaden toques de piano, percusión y bajo, para redimensionarlo en varios planos que van de lo íntimo al himno para ser coreado.
Reflexión final
“High in the Sky” fue compuesta para rendir homenaje a la época del “Workingman’s Dead”, quinto álbum de estudio de los Grateful Dead quienes en 1970 se adentraron a conciencia en el country. Jeremy Powers cuenta en esta web que “es solo una canción de country cósmico bañada por el sol. Quería escribir una canción que expresara cuáles son mis sentimientos acerca de la libertad y la belleza de la costa oeste”. Sin lugar a dudas en estos momentos de confinamiento por el COVID-19 y toda la incertidumbre del futuro resulta especialmente alentadora por todo lo que comporta ese deseo de viajar y tocar sin impedimento alguno. Como bien añade su autor “prepara al oyente perfectamente para lo que va a experimentar al escuchar todo el resto del disco”. Un álbum precioso que puede entenderse también como un viaje hacia nuestro interior, disfrutando de canciones memorables en las que si bien emergen detalles instrumentales y arreglos que nos remiten al country psicodélico, la etiqueta y la consiguiente fusión que comporta no deja de tener una importancia relativa comparado con su enorme creatividad y esa facilidad tan natural para que su música nos resulte muy cercana y nos emocione hasta lo indecible.
Nota: Puedes escuchar las canciones aquí y adquirir una copia del disco en la web de You Are The Cosmos.