Vicente Merino
Ruta 66, 27/03/2014
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The Milky Way Express en la estatua dedicada a Bécquer en el Parque de María Luisa.
Que cada vez haya más formaciones capaces de sonar como nativos de la música de raíces americana, es gratificante y para nada sorprendente. Las nuevas bandas han ido progresando tanto técnicamente como estilísticamente respecto a los artistas pioneros del rock en nuestro país. Que cumpliendo esos requisitos: suenen originales, creativos e interesantes, ya nos encontramos una lista mucho más menguada. The Milkyway Express son de esta especie tan selecta. Saben brindarnos blues, rock sureño, sonidos espirituales y mezclarlo con folk maldito. Creados en el dos mil cinco, se han arropado como una multidisciplinar formación que se consolido en un notorio primer lanzamiento tres años después de su nacimiento. El homónimo trabajo sirvió de salvoconducto para poder ser celebrado en los círculos especializados y fue la llave para desarrollar unos excitantes directos. Pero ha tenido que pasar un nuevo trienio para que The Milkyway Express se convirtiera en una maquinaria engrasada, capaz de erizar vellos, punzar el alma y hacer pactos con el diablo. Esta última, sería la razón más verosímil para entender que un trabajo como One Day in Summer se haya parido en Sevilla y no en Hoover (Alabama).
Lo que más me interesa, es situar a la banda después de vuestro debut. ¿Cuándo surge la posibilidad de volver a grabar?, ¿Cómo discurre?
“Teníamos claro que teníamos que grabar este disco, necesitábamos un trabajo directo que reflejase el momento actual de la banda, tanto en el plano musical como el espiritual. La grabación fue una maravilla. Tuvimos la suerte de elegir el estudio correcto: el Sputnik de Jordi Gil, con todas las comodidades necesarias y un trato exquisito. Lo elegimos en primera instancia porque puedes grabar con toda la banda en directo. Hemos descubierto que es el punto fuerte de nuestro disco, los temas suenan vivos, además Jordi sabe cómo darle su toque final, todo un mago, no será el último trabajo que hagamos con él desde luego…”
Como debía ser en todos los casos –pero no siempre se cumple- . Habéis dado un paso adelante respecto a vuestro debut. One Day in Summer tiene definición y empaque de disco de primer nivel.
“Ciertamente, estamos sumidos en constante evolución. Nos lo da la vida. Uno no puede quedarse haciendo siempre lo mismo,… y de momento parece que al público y a la crítica le está gustando más. Eso te da muchas fuerzas para seguir, acabamos de lanzar este disco y casi tenemos ya la cabeza en los dos próximos lanzamientos”
Noto mucha menos psicodelia que en vuestro primer trabajo, ahora la mostráis mucho más sutilmente.
“Efectivamente sigue estando ahí, porque es buena parte del sonido de la banda, pero en el disco hemos tirado un poco más al folk, tocando en directo instrumentos acústicos, con una producción más austera, esta etapa era muy necesaria dentro de The Milkyway Express. Había momentos de la grabación que teníamos en mente el Before The Frost… de The Black Crowes”
Por lo que he visto de vuestro directo. Al contrario que otras formaciones que quieren postrarse como si fuesen una formación de carretera americana. Vosotros rompéis las ideas preconcebidas, con inicios no habituales con el sitar, etc.…. ¿Cómo planteáis los directos?
“No nos gusta repetirnos. Vamos variando los repertorios todo lo que podemos. Tenemos un set acústico, paralelo a los shows habituales, que presentamos en teatro o cuando la ocasión lo requiere. De todas formas siempre damos una pequeña pincelada de acústica a todos los shows. Como bien apuntas no nos gusta dejar los instrumentos de la grabación en el estudio, así que allá donde vamos nos plantamos además de con las típicas guitarras, bajo, armónica, batería, también con sitar, mandolina, banjo, saz o theremin”
¿Cómo surge hacer un inicio tan espiritual como con «Come Back Home»?. Arranca con un góspel de recogida de algodón… Y acaba en un tema trepidante –cuasi festivo Bo Didley- con una harmónica desbocada.
“Es curioso. Porque ese tema nació un día en el local de ensayo mientras Hoochie (armónica) y Tony (batería) practicaban unos ritmos al estilo Bo Didley. El resto del grupo fue uniéndose y ahí está el tema. No es muy usual componer una canción a raíz de armónica y batería, solemos hacerlo con un riff de guitarra como base o una línea melódica. Respecto a la parte vocal del principio te puedo decir que el espiritual gospel es uno de nuestros estilos favoritos. Tenemos cada vez más en mente el seguir trabajando en esta rama, de hecho en directo no es raro arrancarnos con un « John the Revelator» o algún otro espiritual afroamericano”
¿Qué otra canción creéis que os define mejor?
“Cualquier canción del disco nos define bastante bien, porque ninguna nos la hemos sacado de la manga para completar el álbum, ni está de relleno. Pero ya que preguntas nos gustaría destacar «Sweet blonde Angel» es un precioso tema muy especial para nosotros”
Decidme un artista de blues básico para The Milkyway Express.
“Blind Willie Johnson”
¿Folk?
“Townes Van Zandt”
…¿y Country?
“Nitty Gritty Dirt Band”