viernes, 15 de marzo de 2024

DR. FEELGOOD: MÉDICOS INESCRUPULOSOS Y ANTECEDENTE DEL PUNK

César Pradines

Clarín, 18/10/2021

[Gran artículo aparecido en la prensa argentina que, al parecer, tiene bastante mejor gusto musical que la española. Solo habría que añadir que Wilko Johnson, lamentablemente, murió en 2022.]



La banda británica, nombrada así por los doctores que vendían recetas, fue fundada hace 50 años. Su breve e intensa carrera.

Se cumplen 50 años del nacimiento de una de las bandas de culto del rock inglés, Dr. Feelgood, uno de los primeros grupos que reaccionaron como contraofensiva al rock progresivo y al glam rock. Por cierto, aunque el punk reconoce varias influencias, sin duda, este cuarteto de rock duro fue inicialmente una fuente de inspiración para ellos.

Con su álbum Stupidity, Dr. Feelgood llegó al top de las listas de octubre de 1976 y se convirtió por nueve semanas en la banda más importante del Reino Unido.

Surgido de los alrededores de Canvey Island, en Essex, el grupo fue fundado por Lee Brilleaux (1952-1994) en voz y armónica y Wilko Johnson (1947) en guitarra y con John B. Sparks en bajo y The Big Figure (John Martin) en batería en su sección rítmica.

Hacían un Rhythm & Blues descarnado en el que el tono áspero, casi cruel de Brilleuax y la punzante guitarra de Wilko (tocaba sin púa) con sus movimientos espasmódicos y usando la guitarra como ametralladora se convirtieron en un sello distinguible en el rock inglés, por cierto, un mundo tan variado como creativo.

Hey, doctor

El nombre de la banda surgió de como se los llama a esos médicos de una "generosidad" inescrupulosa dados a vender recetas con medicación prohibida a los adictos. También es el nombre de un tema del pianista y cantante de blues Willie Perryman Dr. Feel-Good, popularizado por Aretha Franklin.

En aquellos años de los tempranos setenta, la música del grupo se llamaba Pub Rock, una etiqueta que señalaba una ética de tono igualitario con la audiencia y que se oponía a la lejanía de los estadios y ese progresismo muchas veces alejado de las raíces del rock.

En los alrededores de Londres se tejió una red de lugares que posibilitó que el Pub Rock no sólo tuviese su espacio sino que creciera a su sombra; bares como Hope and Anchor, Dingwalls y Nashville fueron centrales en esta expansión que terminó siendo aprovechada por el punk.

“Nuestra energía fue nuestro legado para los punks. Fue la violencia de nuestra actuación y la mirada desafiante lo que les llegó. No tenían ni el conocimiento, ni la técnica, pero tenían la actitud”, señaló Wilko Johnson a Will Birch en la historia del Pub Rock, No Sleep Till Canvey Island.

Un grupo con un escenario potente, shows enérgicos y una fórmula arrasadora entre voz y guitarra; músicos de modales agresivos y vestidos de una manera que chocaba contra la moda de arreglo y maquillaje del rock.

Mientras que Brilleaux y Wilko usaban trajes con sacos de solapas angostas y corbata; Sparks y The Big Figure subían a tocar más a la moda y se permitían un saco de solapas anchas. Frente a tantas cuidadas melenas, los miembros de Dr. Feelgood usaban pelo corto, un aspecto por demás llamativo a comienzos de los años setenta. Despedían un aire de descuidada delincuencia sobre el escenario.

La fuerza escénica

Esa fuerza escénica era motivo de dudas si podía ser reflejada o no en sus grabaciones de estudio. Cuestiones puramente anecdóticas ya que Dr. Feelgood era una banda que podía sonar tan bien en estudio como en vivo; aunque convengamos que estamos hablando de un cuarteto de sonido sin producir y una energía discursiva intensa que podía plasmarse también en una sala de grabación.

Sus dos primeros discos Down by the Jetty y Malpractice, ambos lanzados en 1975, vendieron bien y le dieron a la banda la posibilidad de cruzar el Canal de la Mancha.

Y llegaría Stupidity (1976), su esperado álbum en vivo, que causó esa impresión ya adelantada por todos sus seguidores de que la banda en vivo daba mucho más que en un estudio rodeado de bastidores. Un primer puesto rápido que se mantuvo durante toda una semana y que logró sostenerse entre los primeros durante otras ocho semanas.

El vinilo original contenía 13 canciones grabadas en el Sheffield City Hall, el 23 de mayo de 1975; posteriormente, se incluyeron diez temas, grabados en Southen Kursaal, el 8 de noviembre de ese año y el material nos espera en Spotify.

Una carrera breve, pero intensa

El último disco del grupo original fue Sneakin’ Suspicion (1977), de tono similar a los trabajos anteriores y con la fama que les dio Stupidity tuvo también excelentes ventas hasta trepar al puesto 10 en las listas inglesas.

Hasta ese momento la banda se sostenía a través de un delicado equilibrio entre Brilleaux y Wilko, ambos de personalidades y con alguna tendencia a los abusos de sustancia y alcohol.

La partida del guitarrista por motivos de elección de repertorio, según las fuentes oficiales de la banda, tuvo un fuerte trasfondo de pelea de egos. Infaltables en casi todos los grupos humanos, mucho más cuando se alcanza cierto reconocimiento.

Se separaron, Brilleaux quedó con el nombre y la responsabilidad de reemplazar al irremplazable Wilko Jonhson. Tuvo suerte diversa hasta su fallecimiento, el 7 de abril de 1994 a causa de un linfoma; padecía además de cirrosis debido a su prolongado alcoholismo.

Por su parte, Wilko no logró a través de distintas bandas retener el prestigio que le había dado Dr. Feelgood y que en los últimos años lo sacó del escenario al tener que recuperarse de un cáncer.

La fotógrafa Scarlet Page, hija de Jimmy, lo retrató con su eterna Fender Telecaster a los pocos días de haber salido del hospital para su muestra de guitarristas Resonators, exhibida en Buenos Aires, en marzo de 2019, en FOLA.

Lo curioso de este encuentro, en 2018, con Johnson en la zona de Canvey Island es que el guitarrista le contó a Page que tras su internación le dieron 90 días de sobrevida que, evidentemente, no se cumplieron.

En la actualidad, vive en Essex, cerca de donde comenzó la banda a ensayar. “Tuve una vida muy plena y está bien saber que voy a cerrar este círculo. Voy a usar estos 90 días para tocar y abrazar la vida'. Fue tan fuerte ese abrazo que aún sigue bien vivo”, recordó en aquel momento la fotógrafa en diálogo con Clarín.