Silvia Moreno
El Mundo, 26/02/2024
La banda de "folclore futurista" afincada en Sevilla publica nuevo trabajo el 29 de febrero, el día de la "nueva Andalucía" que ellos reivindican
Hace casi mil años, ya había un fabuloso vergel en lo que hoy en día son los jardines de la Buhaira de Sevilla. Fue durante el reinado de Al-Mutamid, el monarca poeta del reino taifa sevillano. A partir del siglo XII, bajo el califato de Abu Yacub Yusuf, los espacios verdes de esta zona se ampliaron y se construyó un palacio. Nueve siglos después de que se levantara esta imponente edificación, los integrantes del grupo Califato 3/4 -léase tres por cuatro, como el compás, y no tres cuartos- posan a la entrada del palacio de la Buhaira. Es el lugar elegido por la banda formada por dos sevillanos -Manuel Chaparro (voz) y Lorenzo Soria (programación y percusión)- y dos malagueños -Esteban Espada (bajo) y Sergio Ruiz (teclados)- para hablar de su nuevo disco Êcclabô de Libertá, que se lanza este 29 de febrero.
La elección de este enclave no es casual. Conecta con la reivindicación del pasado y el orgullo de sentirse andaluz que Califato 3/4 lleva en su ADN desde su irrupción en 2018. «El que conozca la historia de Andalucía sabe que nunca, en ningún lugar del mundo, ni en ninguna civilización, ni con los Medici en Italia, hubo una congregación de tantos sabios, tantos científicos, tantos médicos y tantos librepensadores como en el Califato», lanza Chaparro. El Califato es la etapa de mayor esplendor de Al Ándalus.
Tampoco se ha elegido al azar la fecha de publicación del nuevo disco. Es el 29 de febrero, que ellos han designado como el día de la «nueva Andalucía», después del 28-F, día oficial de la comunidad andaluza.
¿Y cómo es esa nueva Andalucía? ¿Es una nación?
Esteban Espada. Es un mundo, un sueño y un lugar mental. Es una Andalucía con orgullo, no porque creamos que nuestra tierra es mejor que otras, sino porque reconocemos su historia, su cultura, su identidad y su lucha. Rebelde, no por oposición a todo, sino por resistencia a la injusticia, a la opresión, a la marginación y al olvido. Con memoria, no por estar anclada en el pasado, sino porque de él se aprende, y lo reivindicamos como fuente de inspiración y de dignidad. También es solidaria.
R.Manuel Chaparro. A los andaluces nos han machacado y hoy seguimos siendo una colonia. No queremos eso. Con nuestra música, intentamos descolonizar la cultura andaluza para que el dinero se quede en Andalucía y no vengan a robarnos la cultura para que luego cotice en Madrid, Barcelona o Bilbao.
Todos esas claves de la «nueva Andalucía» están en Êcclabô de Libertá -esclavo de libertad, escrito con los fonemas del habla andaluza-. Con él, Califato 3/4 sigue con el «folclore futurista» de sus anteriores trabajos, que se nutre ahora de «electrónica, flamenco, guasa, latineo, cosas morunas, otras muy frescas de baile y hasta barroquismo», enumera Soria.
Semejante «revoltillo» es algo natural para la banda. «A ver, en todos los continentes, la gente ha mezclado su folclore con electrónica. ¿Por qué no con el flamenco? ¿Tú crees que el flamenco, que es lo más grande que hay en el mundo, no tiene un potencial más increíble que el tango, el fado o la cumbia?», apunta Chaparro, mientras los demás asienten.
Espada, bajo de Califato 3/4, es graduado en Arquitectura Técnica, pero lleva «desde siempre» vinculado a la literatura y cuenta con un sinfín de premios literarios. El grupo no se conoció ni en la universidad ni en los certámenes literarios, sino en la noche sevillana, en la escena más underground y haciendo de DJ en salas. «Hace años, Chaparro estaba pinchando electrónica y, a mitad de la sesión, lo paraba todo y metía a Rocío Jurado. Y, claro, la gente se volvía muy loca», recuerda.
VIDA CASI MONACAL
Los Califato 3/4 han pasado un año encerrados en el estudio con su nuevo trabajo, haciendo una vida casi monacal, con natación por las mañanas en el polideportivo del Polígono San Pablo de Sevilla, donde comparten las calles de la piscina con los abuelos que van a los cursillos. «Soy especialista en madres, abuelas, tíos y abuelos», dice con guasa Chaparro, haciendo referencia al público tan heterogéneo que los sigue. En un teatro de Vigo se encontraron que la media de edad era «la de nuestros padres», pero en los festivales hay «chavales superjóvenes», que son los que se les acercan a pedirles selfis cuando están en la piscina. «Sí, de todas las edades y de todos los credos», dicen con orgullo los cuatro.
El local donde han desarrollado su nuevo trabajo simboliza el título del disco. «Ha sido nuestra cárcel, porque para ser libres hay que ser esclavos antes. Y nosotros mismos nos hemos esclavizado porque la libertad cuesta», afirma Chaparro.
Los integrantes del grupo se consideran «jornaleros» de la música. «Cuando paras un año para preparar el disco, tienes problemas económicos porque nosotros somos jornaleros de la cultura: sólo cobramos cuando trabajamos. Y sacar un disco, con los vídeos y todo el tiempo que se le dedica, cuesta bastante».
«La subsistencia es por los bolos porque ahora ya no se venden discos como antes», tercia Soria.
¿Y Spotify?
E.E. Son 0,000002 céntimos por escucha. No se puede vivir de las escuchas digitales. En la música, no hay clase media. Está el que gana mucho y para el resto parece que es un hobby. Con este sistema sufren los jóvenes porque las grandes bandas del pasado ya han recuperado su dinero.
R. M.C. Sí, se acabó con el engaño de las compañías discográficas abusivas, pero llegó la injusticia de Spotify.
Tras el encierro de un año, Califato 3/4 llega en plena forma a la gira que comienza en Sevilla, en el Cartuja Center, el 2 de marzo. La siguiente cita confirmada es en la sala Apolo de Barcelona, el 15 de marzo, y Live Las Ventas de Madrid, el 16. Y habrá más conciertos que se están cerrando estos días.
LAS COLABORACIONES MÁS VARIOPINTAS: JUGADORES DE FÚTBOL, ACTORES Y UN CANTAOR FLAMENCO
El nuevo trabajo de Califato 3/4 incluye colaboraciones de lo más variopintas: desde jugadores de fútbol que han colaborado en un videoclip sin cobrar nada, hasta actores, pasando por un cantaor flamenco. Mestizaje llevado hasta las últimas consecuencias.
El primer vídeo Êcclabô de Libertá, single que da nombre al nuevo disco de Califato 3/4, narra cómo la Tierra se ha destruido y los músicos, con la ayuda de los actores Paco Léon y Almudena Amor, el rapero Foyone y los futbolistas Borja Iglesias y Héctor Bellerín, buscan una "nueva Andalucía" lejos del planeta tierra. "Los dos futbolistas y los dos actores vinieron encantados y quisieron colaborar con nosotros sin cobrar nada. Hay que agradecérselo porque sabemos que su trabajo cuesta mucho dinero", afirma Manuel Chaparro.
El single Andalucê Yorá une flamenco y música de vanguardia. En él, el cantaor flamenco Andrés de Jerez interpreta unos versos del poeta y dramaturgo Miguel Romero Esteo (1930-2018), hijo adoptivo de la ciudad de Málaga.
El videoclip, escrito y dirigido por Juan Escribano Tamayo, hace un alegato al exilio andaluz a través de un homenaje a Pepa Flores, más conocida como Marisol, y a los trabajadores andaluces expropiados lejos de su propia tierra. La letra simboliza "todos los expolios que ha sufrido Andalucía", resume Chaparro.
En el single Çegaorâ unen sus voces Ángeles Rusó, Paula Margo, Anaisa García y Andrea Santalusía. Se trata de un homenaje "retrofuturista" a la esclavitud del campo andaluz y al tema Segaores del dramaturgo Salvador Távora.
El cantante de No Me Pises Que Llevo Chanclas, Pepe Begines, colabora y canta en el tema Xancla Lebantá. El single se fraguó en un viaje a Asilah (Marruecos) donde Chaparro, Esteban Espada y Lorenzo Soria pasaron el fin de año de 2022. El videoclip está dirigido por Diego Caro y David Alonso.